La directora de la DGT, María Seguí, ha informado de la nueva normativa en la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso de los Diputados.
Seguí ha indicado que esta decisión de la visibilidad de los radares, busca que los conductores respeten los límites de velocidad, especialmente aquellos establecidos como tramos peligrosos.
Así, ha indicado que la Asociación de Tráfico de la Guardia Civil ha recibido instrucciones para que los radares móviles, salvaguardando la seguridad de los agentes, sean visibles para los conductores ‘y que esta presencia en la carretera sirva como prevención y disuasión’.
La situación de estos controles se publicará de manera periódica en la web de la DGT. Seguí, ha definido estas iniciativas como un «cambio en la política de prevención».
La directora de la DGT también ha precisado que este plan afecta al tipo de radares. Así, ha indicado que se mantienen los radares fijos y variables, aunque está previsto que «en los próximos meses» se modifiquen o reemplacen 30 de los radares de punto por radares de tramo, sobre todo, en las vías convencionales.
Dentro de estas propuestas, Seguí ha incluido una iniciativa en la que el departamento que dirige lleva trabajando desde hace tiempo y que permitirá que los radares distingan por vehículos. «Aplicando métodos informáticos, un radar distinguirá qué tipo de vehículo ha cometido la infracción de velocidad para así poder aplicar la sanción en función de la limitación específica aplicable a dicho vehículo», ha explicado Seguí. Los turismos y motocicletas tienen los límites de velocidad superiores al de camiones, autobuses y furgonetas, hasta ahora, «aunque luego se les aplicara la metodología para sancionarlos por la velocidad debida, el radar sólo saltaba cuando excedía los límites de turismos y motocicletas», ha apuntado.
Finalmente, a estas medidas se une el hecho de que los radares comiencen a operar de manera homogénea en todo el territorio interurbano. Esta instrucción pretende unificar el margen de tolerancia con el que actúan estos aparatos. Una medida de «equidad» que persigue gestionar de forma «unificada» y «transparente» las infracciones por velocidad. Se trata, según ha explicado la DGT, de que «el ciudadano conozca a la velocidad a la que empiezan a sancionar independientemente de la zona por la que circulen». El umbral de tolerancia es de 7 kilómetros si la velocidad del vehículo es menor de 100 kilómetros por hora y del 7 por ciento si supera los 100 kilómetros por hora.