El Castillo de los Guzmanes de Niebla acogió, el pasado sábado, la clausura del ciclo ‘Cantes de Ida y Vuelta’ organizado por los grupos de Desarrollo Rural de la Provincial a través del proyecto ‘Tierras del Descubrimiento. Huelva la Luz’.
La lluvia, que finalmente hizo acto de presencia, obligó a acortar una actuación, que no por ello fue menos intensa. La artista Martirio fue la encargada de poner el broche de oro a este ciclo que comenzó en la localidad de Villarrasa el pasado mes de febrero.
Durante una hora y cuarto Martirio ofreció junto a su hijo, el guitarrista Raúl Rodríguez, parte de su último disco “De un Mundo Raro, Cantes por Chavela”, así como un recorrido por esos cantes de ida y vuelta tan propios de nuestra tierra.
«Me he sentido maravillosamente porque es un lugar absolutamente mágico y, además, tiene el regusto de tantísimos artistas que han pasado por aquí. Es un placer siempre venir a mi tierra y el Castillo de Niebla es de las cosas más bonitas que tenemos en Huelva. Nos vamos muy contentos y con muchas ganas de volver», aseguró la artista al finalizar su actuación.
Balance positivo fue el que hicieron también Juan Antonio García, presidente del Grupo de Desarrollo Rural del Condado (ADERCÓN) y el presidente de la Diputación Provincial de Huelva, Ignacio Caraballo, entidades impulsoras de este ciclo.
«En general ha sido excepcional. Creo que los grupos de desarrollo han tenido una idea magnífica que han seguido la estela de esa iniciativa que tuvo Diputación de convertir el ciclo flamenco que ya existía en un circuito de cantes de ida y vuelta, porque entendimos que ese espírito americanista no nos lo podían robar otras provincias», afirmó Caraballo.
Más de mil espectadores han acudido a los diferentes conciertos enmarcados en este ciclo que comenzó en el mes de febrero en la localidad de Villarrasa. Desde entonces y hasta el pasado sábado los artistas onubenses Jeromo Segura, Rocío Márquez, Regina, Álvaro Camacho, Laura Oliva y Mª Ángeles Cruzado han visitado las localidades de Villarrasa, Almonte, Hinojos, Villalba del Alcor, Rociana, Manzanilla, Moguer, Escacena del Campo, Bonares, Paterna del Campo y Chucena interpretando cantes de ida vuelta, también conocidos como indianos o hispanoamericanos, que surgieron como consecuencia del trasiego poblacional entre España y el continente americano.