Los festivales de música han reunido a más de 12.000 personas este verano en la provincia lo que supone un impacto económico y turístico importante para un destino como Huelva que registra en los meses estivales el mayor número de visitantes.
De este modo, la provincia cuenta con muchas actividades y propuestas culturales durante todo el verano, pero los festivales han logrado consolidarse como una alternativa de ocio y en ellos, cada vez se dan cita más personas que se acercan para disfrutar de diversos estilos de música.
Así, el Maremoto Sound Festival de Matalascañas, el Rock in Ría de Punta Umbría, el señero South Pop de Isla Cristina y un más que consolidado Jazzolontia de Gibraleón, que este año ha cumplido diez años, acercan a Huelva a miles de personas que, no sólo disfrutan de la música, sino de la oferta gastronómica y de las playas onubenses.
Así, la sexta edición del Festival de Música ‘Rock in Ría Punta Umbría’ se celebró el pasado día 25 en el Polideportivo Municipal Antonio Gil Hernández con la participación de unas 2.000 personas.
En este sentido, en declaraciones a Europa Press, el presidente de la Asociación Cultural Music-On, José Manuel Carrasco, ha destacado el positivo impacto de este evento en la localidad puesto que los asistentes se hospedan, en muchos casos, en Punta Umbría y consumen en los establecimientos del municipio. «La gente viene a disfrutar de la música, de sus amigos y en seis años nunca ha habido incidente alguno», ha proseguido.
Ha recalcado el crecimiento del festival con los años y ha instado a los onubenses a valorar más lo que se realiza en la provincia y a que «consuma sus propios festivales».
Tras recordar que se trata de un festival que organizan sin ánimo de lucro, ha subrayado que todo lo que se recauda se destina a la siguiente edición porque «no sólo tú te pones el listón sino que hay que cumplir y adaptarse a todos los requisitos en materia de seguridad y servicios y todo eso es inversión». «Por ello cada año es como empezar desde cero y hay que trabajar muy duro», ha continuado Carrasco, que apuesta por que este tipo de citas culturales «no decaigan y se apueste por ellas».
GASTRONOMÍA Y MÚSICA
De otro lado, el festival South Pop de Isla Cristina, que este año ha sido del 11 al 12 de septiembre, ha acogido a más de 5.000 personas, algunas venidas de distintos puntos del territorio nacional y de países como Bélgica, Francia o Portugal, para disfrutar de las diez formaciones que han actuado.
El responsable de comunicación de este festival, que organiza la empresa Green Ufos, Santiago Cortés, ha remarcado que este festival supone una manera importante de promocionar «la gastronomía, la cultura y las playas de un municipio pesquero auténtico». De hecho, ha explicado que se celebra el segundo fin de semana de septiembre con el fin de «alargar la época estival».
Ha explicado que el perfil del asistente a este festival responde a una persona con un nivel económico medio puesto que se ofrecen alternativas de hospedaje en hoteles de hasta cuatro estrellas y dentro del festival hay un gasto-bar donde degustar el producto estrella de Isla Cristina, el atún. La organización concierta la reserva al completo del hotel Barceló de la localidad, lo que «da una idea del impacto que tiene el festival» durante todo ese fin de semana en Isla Cristina.
Sobre el impacto de esta cita musical en la localidad, ha señalado el empleo directo que se genera para su puesta en marcha, los contratos con proveedores locales, al tiempo que ha hecho hincapié en la imagen que muchos asistentes de fuera de la provincia se llevan de Isla Cristina. En concreto, ha señalado que en revistas y críticas especializadas se habla de este festival lo que ayuda a situar a la localidad isleña y mostrar sus bondades.
La primera edición del South Pop en Isla Cristina tuvo lugar en 2008 y se vendieron unos 150 entradas y abonos, pero «se fue creciendo año a año con 500 entradas, 1.000 y ahora llegamos a 5.000», ha explicado Cortés, que ha agradecido al Consistorio su apoyo y ha apelado a todas las administraciones a apostar por los festivales de música ya que, según ha defendido, son generadores de cultura y también de riqueza y empleo.
Desde el Ayuntamiento isleño destacaron que durante todo ese fin de semana, la ciudad se ha convertido en el epicentro de la ‘música indie o alternativa’ y los establecimientos hoteleros han estado «casi al cien por cien de su ocupación».
Todos los organizadores coinciden en que, pese a lo que pueda pensar mucha gente, este tipo de eventos se desarrollan sin incidencias y cuentan con las garantías para su celebración.
ACTIVAR EL CONSUMO
De otro lado, llegaba a su tercera edición el Maremoto Sound de Matalascañas, que ha aglutinado a unas 2.000 personas, según ha informado José Antonio Faraco, vicepresidente del Club Moto Maremoto, que sin ánimo de lucro, organiza, con la colaboración del Ayuntamiento de Almonte y la Asociación de Comerciantes del centro de Matalascañas, este festival.
«Al ser gratuito es muy importante el apoyo de las distintas administraciones», ha dicho Faraco, quien ha explicado que este festival se puso en marcha para «incentivar el consumo en Matalascañas». Se celebra en la Avenida de las Adelfas, en el centro del núcleo costero, durante una jornada y sirve para «dar una oferta más amplia a Matalascañas, impulsar su imagen e incentivar el consumo».
El Maremoto Sound se celebra en una sola jornada pero sus organizadores están trabajando ya para ampliarlo a dos días y, al igual que el South Pop, es a final de verano para alargar la temporada estival. En ediciones anteriores se ha hecho el primer fin de semana de septiembre pero este año se varió al último de agosto. No obstante, Faraco ha explicado que se retomará, tras consensuarlo con los comerciantes, al primer fin de semana de septiembre.
DIEZ AÑOS DE FESTIVAL
De otro lado, alrededor de 3.000 personas han disfrutado del X Festival Internacional de Jazz de Gibraleón ‘Jazzolontia’. El Convento del Vado acoge el segundo fin de semana de septiembre este prestigioso festival que en 2015 ha cumplido sus diez años de vida.
El presidente del Colectivo Cultural Olontia, José Manuel Blanco, ha explicado que organizan este festival sin ánimo de lucro y el único afán de este colectivo es «regalar a los asistentes música en directo de calidad y diferente», así como ha destacado la voluntad de ensalzar el jazz.
Al igual que el resto de organizadores, Blanco ha remarcado el impacto que tiene este festival en Gibraleón ya que el perfil del asistente es de una persona de edad media con poder adquisitivo, lo que conlleva que realicen gastos y consuman en la localidad.
De otro lado, ha agradecido el apoyo del Ayuntamiento de Gibraleón y de la Diputación de Huelva, pero ha hecho hincapié en que las iniciativas culturales necesitan de colaboración para que se mantengan las existentes y puedan surgir nuevos eventos.
«Los últimos tres años hemos tenido mucho éxito con los conciertos llenos», ha explicado Blanco, que ha señalado que alrededor del 70 por ciento de los asistentes son de fuera de Gibraleón y en muchos casos de la provincia.
En sus diez años de vida este festival se ha desarrollado sin incidencias y sus organizadores trabajan ya para la próxima edición. En concreto, durante el año organizan diversas actividades para recaudar fondos como el Mosto-Jazz en noviembre que ofrece una actuación de jazz en una taberna y lo recolectado va para el festival.
Del 11 al 13 de septiembre se ha celebrado este festival que, además de los conciertos el viernes y el sábado, pone en marcha actividades paralelas el domingo para completar la programación de esta cita cultural.