Este domingo a las 12.00 horas muchos pequeños han sido presentados ante la Virgen del Rocío.
Se trata de un acto que se repite cada año con motivo de la Fiesta de la Luz, en el que durante unos segundos los niños son colocados lo más cerca posible de la patrona de Almonte y sus familias reciben en recuerdo una estampa de la imagen con una oración.
Es un acto que dura pocos segundos, y que supone muchas veces largas horas de espera en la ermita, hasta que se llega con los niños a la parte más cercana al altar de la Virgen, y se lleva a cabo el rito de elevar a los pequeños para pedir para ellos la protección de la Blanca Paloma.
La cita rememora cada año la presentación del Niño Jesús en Jerusalén, como marcaba la tradición de la época con respecto a los primogénitos de cada familia, y supone la culminación a un fin de semana en el que miles de personas han pasado por la aldea almonteña, en la que se ha coordinado un dispositivo de seguridad para prevenir los posibles problemas derivados de tal concentración de personas.
El fin de semana ha sido especial, además, para la nueva hermandad, la de Valencina de la Concepción, que anoche recibía el título oficial de filial de la Matriz.