El delegado territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Manuel Ceada, ha propugnado la importancia de que empresas y administraciones incorporen la responsabilidad social como valor fundamental de su ejercicio sobre el territorio. En este sentido, ha puesto en valor la apuesta que la Junta de Andalucía hace por promover su implantación, puesto que es un instrumento que permite avanzar en el logro de un mayor nivel de empleo en Andalucía.
Así lo ha expuesto en la presentación del encuentro ‘Hablemos de responsabilidad’ organizado por la Escuela de Economía Social, una jornada que se enmarca en el proyecto ‘Herramientas para el diagnóstico y evaluación de la RSE en las empresas y organizaciones de la Economía Social de Andalucía’ y que cuenta con la colaboración de Consejería de Economía y Conocimiento. Este acto ha servido para presentar ‘Aplica RSC’, una herramienta de medición del desempeño en esta materia, fundamentada en un protocolo de indicadores de responsabilidad social para la Economía Social, que permite aflorar las mejores prácticas que el sector propone y desarrolla.
El delegado territorial ha confiado en que la jornada permita avanzar en la difusión y la concienciación de empresas y colectivos de la importancia de implantar la responsabilidad social como una cultura de empresa que vaya más allá del marketing, en incluir la igualdad de oportunidades en las empresas para crear un entorno laboral responsable y a perseguir prácticas poco éticas como la precariedad laboral.
Según ha expuesto, la responsabilidad social representa un modelo de desarrollo sostenible que dignifica el empleo, por lo que hay que apostar porque sea una cultura integral en la empresa. En este sentido, debe jugar un papel clave en el mercado laboral actual, porque, a su juicio, las empresas no son islas sino que tienen que llevar a cabo un diálogo social con quienes le rodean y debe tener claro que el ciudadano ya exige estas prácticas como parte fundamental de la gestión diaria.
Manuel Ceada ha insistido en que la gestión empresarial responsable debe convertirse en políticas que demuestren día a día el compromiso del empresariado. En consecuencia, quienes apuestan por la responsabilidad social se acreditan como empresas progresistas y capaces de ver más allá del mero resultado económico, ya que tienen entre sus objetivos la transparencia en la gestión, el buen gobierno corporativo, el compromiso con lo local y el medioambiente, la mejora de las relaciones laborales, la promoción de la integración de la mujer, de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, de la igualdad de oportunidades y la accesibilidad universal de las personas con discapacidad y del consumo sostenible.