Un canto revolucionario francés, un pollo asado, el nombre de un restaurante… Cualquier cosa sirve de inspiración para el pintor onubense Víctor Pulido. De un almuerzo en París con un amigo nació la exposición que desde ayer acoge Bonares, Le Cocq. Se trata de un monográfico sobre el gallo que sirve como homenaje a otro artista.
Es reconocido a nivel internacional y ha expuesto en ciudades como París, Bruselas o Estrasburgo. Pero su familia es de Bonares, donde es considerado un artista local.
Pero no es el único objetivo que se ha cumplido con esta muestra, la cuarta de las cinco que componen Bonarexpo. Este programa cultural ha conseguido que vecinos y foráneos se vuelquen con la cultura.
La exposición podrá visitarse hasta el próximo viernes. A partir de entonces, Bonarexpo se preparará para poner punto y final con la última muestra.