La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha comenzado la campaña de Seguimiento y Conservación del Aguilucho Cenizo. Una especie considerada vulnerable, que se distribuye por el Valle del Guadalquivir, sobre todo por los cultivos de trigo de secano. Zonas donde la mecanización agrícola supone una amenaza. Por eso, el dispositivo puesto en marcha, formado por 25 personas, consistirá en el retraso de la cosecha.
Se trata de un modelo de protección pionero, en el que colaboran propietarios de superficies, cosechadores, cooperativas de cultivo de cereal y voluntarios de las asociaciones ecologistas. Todo ello, bajo la coordinación de la Delegación Territorial y la asistencia de la Agencia de Medio Ambiente y Agua en una iniciativa orientada a la subsistencia de la especie. Entre ellos, Ituci Verde, recientemente premiada por la Junta, que participará en las acciones en el Campo de Tejada.
Por segundo año consecutivo se operará en Paterna del Campo, Escacena, Manzanilla, Villalba, Niebla, Rociana, Almonte, San Juan, Beas y Trigueros. Zonas en las que se rescatarán los huevos de aguilucho, para llevarlos después al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas y de Gestión del Medio Marino Andaluz ‘Marismas del Odiel’. Posteriormente, las aves serán liberadas, con el sistema de ‘hacking’, una cría campestre controlada.