Pese a la abstención del grupo socialista e Izquierda Unida, Valverde aprobó ayer un plan de ajuste en base a la adhesión del ayuntamiento al plan de pago a proveedores puesto en marcha por el Gobierno Central.
La única duda es, como dice Izquierda Unida, si estos 2.490.000 euros de ayudas correspondientes a este plan traerán sólo ventajas al municipio, o, por el contrario, generarán problemas.
Dudas que no tienen en el Equipo de Gobierno que ve en esto una alternativa para pagar a proveedores, sentencias u otras administraciones. Además, dadas las circunstancias en las que se encuentran las arcas municipales, es todo un respiro para la maltrecha economía valverdeña. Por eso, los populares se quejan por no haber sido respaldados por el resto de grupos.
Y como nota discordante de la sesión, el PSOE se quejó por no haberles dado, dicen, un turno por alusiones a uno de sus miembros. En este sentido, el viceportavoz socialista tildó a la presidenta del pleno, la alcaldesa Loles López, de llevar a cabo un uso caciquil del mismo.
En definitiva, un pleno extraordinario que se complicó más de lo previsto pero que cumplió con su objetivo de aprobar el nuevo Plan de Ajuste para el municipio.