Los peores presagios se cumplieron ayer en Villarrasa y la lluvia impidió la salida de la Santa Cruz del Campo. Y es que líaa meteorolog no dió ni un respiro a los hermanos cruceros que se quedaron sin poder disfrutar de su cruz en la calle. Menos mal que esto es algo que sucede todos los años y, aunque un año parece largo, los devotos del Santo Madero ya sueñan con la llegada de una nueva primavera para poder vestir sus mejores galas y acompañar a su Santa Cruz por las calles de Villarrasa.
No obstante, esta mañana se ha celebrado una misa en honor a la titular de la hermandad, a la que han asistido multitud de fieles, perfectamente ataviados con sus medallas y con lo más importante, una fe inquebrantable hacia lo que para muchos es motor de sus vidas.