En torno a las 10 de la mañana, la hermandad Matriz de Almonte celebraba su tradicional Misa de Romeros. Sin embargo, no iba a ser como otros años pues la incesante lluvia obligaba a los romeros a celebrar la Eucaristía en la parroquia de la Asunción. Una estampa diferente a la habitual, con el Chaparral como escenario.
No obstante, ha sido una misa cargada de emoción y sentimiento en la que el Hermano Mayor, Alfonso Bejarano, ha disfrutado de su familia, de sus amigos y, sobre todo, del pueblo de Almonte. Ese pueblo que le ha arropado a la hora de tomar la decisión de echarse a los caminos y poner rumbo a la Aldea. Finalmente por el camino de Los Llanos, aunque con modificaciones. Y es que, como bien ha dicho el hermano mayor, ‘Almonte tiene que dar ejemplo’ y caminar para encontrarse con su Reina, con la virgen del Rocío.
Ha sido una decisión meditada y en la que Bejarano ha contado con el apoyo y los consejos de los suyos, esos que ya caminan a su lado hacia el Rocío.
Después de informar a los romeros de la intención de la hermandad, el Hermano Mayor se dirigía hasta su casa para, junto con su familia, recoger a los caballos y poner de nuevo rumbo hacia la parroquia para encontrarse allí con el Simpecado, al que guiará hasta la aldea almonteña.
Aún así, cualquier decisión tomada depende de la meteorología, que será la que determine el discurrir del camino y la hora de llegada a las plantas de la Blanca Paloma.