Cepsa ha visitado las instalaciones de la Asociación de Autismo Huelva “Ánsares”, una de las entidades ganadoras de los Premios al Valor Social en la edición 2015, para conocer de primera mano la labor social de esta entidad onubense y el desarrollo del proyecto por el que resultó reconocida, TICK-e-TEA.
El premio concedido por Cepsa ha dotado a esta asociación de un aula multisensorial, donde sus técnicos pueden desarrollar el proyecto Tick-e-TEA, mejorando la calidad de vida de las personas afectadas con Trastornos del Espectro Autista (TEA), ayudándoles a adquirir habilidades sociales a través del e-learningy la innovación terapéutica, especialmente en los más pequeños.
La principal herramienta del aula es la Pizarra Digital Interactiva, que cuenta con altavoces y luces y que posee un sistema que permite controlar el resto de elementos que integran la clase: micrófono, columna de burbujas, piscina de bolas, cama vibroacústica, luces y sonido. Este sistema da sentido a la intervención, haciendo que todos los equipos funcionen al unísono reproduciendo un mismo elemento en distintos niveles sensitivos. De esta forma, sobre el mar, el sistema hará que en la pizarra aparezcan fotos o vídeos del mar, que la sala se ilumine en azul, que la piscina de bolas y la columna de burbujas también cojan esta tonalidad y que la cama vibroacústica semeje el movimiento de las olas, etcétera.
“Gracias a la pizarra digital interactiva podemos trabajar a nivel sensorial con nuestros usuarios, tanto adultos como niños, ayudando a paliar el desequilibrio disfuncional de sus sentidos y mostrándole el mundo de una manera más accesible para ellos. Trabajamos imaginación simbólica, equilibrio, comunicación y lenguaje e historias sociales, pero sobre todo, somos capaces de mostrarles el mundo de forma que puedan entenderlo, facilitando la comunicación, especialmente, con las familias.”, explica Manuela Martínez, trabajadora social de Ánsares.“Ha sido un gran progreso para nuestra entidad porque disponemos de un medio que económicamente no nos podíamos permitir y de un valor terapéutico incalculable”, añade.
Ánsares es la feliz decisión que inicia un grupo de padres a finales de la década de los 90 (año 1999) como consecuencia de la necesidad de que en Huelva y provincia exista una entidad que trate de forma específica Trastornos de Espectro Autista (TEA) de sus hijos. Actualmente, Ánsares atiende a más de cien usuarios.