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El Pedro Alonso Niño sigue sin estrenar casillero de victorias. Con la del sábado ya van cinco derrotas consecutivas. No obstante, la imagen fue ligeramente mejor.
El Villafranca llegaba al Pabellón Zenobia crecido después de lograr su primera victoria de la temporada ante el Maracena. Sin embargo, los amarillos no estaban menos optimistas pues ya tocaba regalar la primera alegría a sus aficionados. No obstante, no pudo ser.
El equipo que dirige Javier Socías tuvo varios minutos de superioridad y de fluidez en el juego. De hecho, consiguió subir 26 goles al marcador, con un Dani Podadera sobresaliente. Cifra que, por el contrario, fue insuficiente pues sus deficiencias en defensa les hicieron encajar 29 goles.
Una diferencia que intentó reducir el PAN con más corazón que cabeza. Es más, tras verse 19-24 a falta de 10 minutos, los amarillos consiguieron finalizar el encuentro tan sólo 3 goles abajo. Circunstancia que, al menos, les sirve para mejorar el ánimo de cara a futuras citas. Y es que, dada la situación urge una victoria para los moguereños.
