Villarrasa ha vuelto a celebrar su día grande, cuando su patrona, la Virgen de los Remedios, recorre bendiciendo cada rincón del pueblo.
Nuestra Señora de los Remedios aparecía por primera vez en la actual calle Aparición en 1503 y desde entonces, los villarraseros la pasean por el pueblo cada 18 de diciembre.
El pueblo vive con alegría este día que ya es de tradición familiar, en conmemoración de su aparición, y en vísperas de la Navidad. Tradición que pasa de padres a hijos también en la labor de dirigir el paso, como es el caso de la familia sevillana Ariza.
La Banda de música “La Cruz Roja”, que lleva más de cincuenta años tras la Virgen de los Remedios, ha vuelto a poner el tinte musical a este día. Músicos, costaleros y hermanos se unieron así para que los devotos disfrutaran un año más de la procesión.
Y tras ella, el pueblo se reunía en torno a la tradicional puja, donde salen a subasta los artículos que los hermanos de la hermandad donan para obtener beneficios.
Presas de cacería e incluso flores que habían acompañado a la patrona salieron a la puja. Todo para recaudar fondos con los que seguir costeando los cultos, fiestas y prendas de la patrona de Villarrasa.