Almonte ha disfrutado de su tradicional carnavalito. Más de 1300 escolares han participado en un pasacalles que ha puesto fin en una fiesta con actividades y música para todos.
Piratas, policías, iconos y hasta de cocineros se han disfrazado los niños con la ayuda de sus padres y profesores. Así, todo estaba preparado para una mañana en la que la diversión también ha querido estar presente.
Este año ha contado con una novedad, ya que el fin de fiesta ha tenido lugar en El Chaparral. Este espacio ha permitido que se desarrolle una mañana de convivencia entre todos los escolares, como ha explicado la alcaldesa de Almonte, Rocío Espinosa.
Cantajuegos, animaciones, juegos de magia y hasta un concurso que ha premiado los mejores disfraces, aunque los más pequeños tenían claro que lo importante era disfrutar.