El obispo de Huelva, José Vilaplana, ha realizado un llamamiento para que la comunidad diocesana «tome conciencia» de las circunstancias de los asentamientos existentes en la provincia, en los que viven «un gran número de inmigrantes en situaciones indignas de cualquier ser humano».
El obispo ha precisado que se está buscando una fecha para mantener un encuentro con la subdelegada del Gobierno, Asunción Grávalos, pero también con otras entidades e instituciones, para analizar la situación de estas personas.
«Es un asunto tan complejo que ninguna institución en solitario lo puede abordar», ha remarcado Vilaplana, quien ve «muy importante ir estableciendo contactos con diferentes instituciones para ver lo que cada una puede hacer en su propio campo», pero ha dejado claro que «organizados podemos cumplir mejor la misión».
«No sé si se trata de mantener solo una reunión o muchas», ha manifestado el obispo, quien ha insistido en que «Cáritas lleva mucho tiempo trabajando en este campo y se han centrado en las personas más vulnerables, porque el estilo de Cáritas es el acompañamiento a la persona en concreto».
No obstante, ha precisado que el asunto de los asentamientos «tiene ramificaciones y responsabilidades que exceden a Cáritas», por lo que «quizás viendo parcialmente las responsabilidades de cada uno, podríamos lograr que la solución fuera más compartida y ordenada».
En su carta de Cuaresma, el pasado Miércoles de Ceniza, el obispo hizo mención a la cita bíblica que asegura que «el amor a Dios y al prójimo ha de actualizarse y vivirse en cada momento de la historia para traducirlo en acciones concretas y adecuadas, de manera que no amemos de palabra sino con obras y verdad».
En la misma, explicó que Cáritas es «la mano generosa de la Iglesia que sirve a los últimos de la sociedad» y «en su nivel parroquial, diocesano, nacional e internacional, desea acercarse a los más vulnerables; reconociendo la dignidad de toda persona humana y procurando su promoción y desarrollo integral».
«LOS ÚLTIMOS DE LOS ÚLTIMOS»
Ante esto, remarcó que la Diócesis de Huelva está «atenta» a las situaciones que demandan de todos nosotros una mayor atención, a lo que añadió que, «además de las personas sin hogar, hay entre nosotros un gran número de inmigrantes que vive en situaciones indignas de cualquier ser humano y, dentro de ellos, hay un grupo que sufre a causa de la enfermedad o el accidente, los que se convierten en los últimos de los últimos».
Por ello, sostiene en su carta que «los cristianos no podemos ser indiferentes ante estas situaciones», de manera que el Papa Francisco, en su mensaje cuaresmal de este año, recuerda unas palabras del Papa Pío XII, y dice que: «cada limosna es una ocasión para participar en la Providencia de Dios hacia sus hijos. Y si él hoy se sirve de mí para ayudar a un hermano, ¿no va a proveer también mañana a mis necesidades, él, que no se deja ganar por nadie en generosidad?».