Iban a ser 150 velas pero, finalmente, fueron casi 400. La familia y amigos de las víctimas del crimen de Almonte quisieron recordarlos, con la llama viva de la esperanza, en el quinto aniversario de los asesinatos.
Un homenaje en el que se leyó un poema de Mario Benedetti, ‘No te rindas’, y otro de Jaime Gil de Biedma, ‘Amistad a lo largo’. Tampoco faltó la emoción, ni la música, ni los corazones verdes. Pero, sobre todo, un acto que sirvió para gritar una vez más ‘Justicia’. La piden y la necesitan, porque solo así podrán poner fin al calvario de no saber qué pasó aquella noche del 27 de abril de 2013.
Dicen que «no van a dejar de luchar» porque no están solos pero también las fuerzas, a veces, fallan y, cada día, cuesta más mantener la esperanza. Porque hay momentos en los que, inevitablemente, no pueden más, como reconoció en el acto la abuela y madre de las víctimas, María Espinosa.
Cabe recordar que, en estos momentos, el caso está en manos del Tribunal Supremo, que se encuentra estudiando la situación para decidir si procede o no la repetición del juicio, tal como pide la acusación particular.