Es una de las fiestas más señeras y populares de Bonares. Una fiesta que, además, es un atractivo turístico y un motor económico fundamental. Se trata de las Cruces de Mayo.
Este año, la Cruz de la calle Larga es la encargada de organizar el romero. Doce años llevan esperando este momento, que ayer vivió uno de sus actos más entrañables: la verbena. Fue entonces cuando se conoció a la madrina y al padrino de la Cruz. Dos jóvenes que, en este 2018, han cumplido su sueño.
El Día de la Verbena comenzaba con la salida procesional de la Cruz de la Calle Larga desde su capilla hasta la iglesia parroquial. Más tarde, tras una misa, regresaba a su casa, dando paso a la celebración y la convivencia popular. Un día en el que no falta nadie, solo los que no están, y que se sigue recordando en fechas tan marcadas en el calendario.
Tras vivir intensamente este día, los bonariegos, especialmente los devotos de la Cruz de la calle Larga, se preparan para disfrutar del romerito. El próximo sábado saldrá hacia el paraje ‘El Corchito’ a las nueve de la mañana, regresando alrededor de las 21.30 horas, cuando se llevará a cabo la entrega de vara en la plaza de la Constitución.