Abel Gómez, se vació tras el pitido final. Tras una temporada complicada, el técnico recreativista aguantó en los momentos más difíciles para sostener al grupo. Un grupo que ha demostrado su compromiso y que ha logrado el sueño del ascenso; creyendo hasta el final.
Y ese todo fue el ascenso. Un ascenso que se celebró tanto sobre el césped del Nuevo Colombino como en la propia sala de prensa ‘La Provincia’; sorprendiendo así al propio técnico albiazul.
Un ascenso a nivel cuantitativo y a nivel cualitativo; algo que destacó el míster. Ahora toca celebrarlo por todo lo alto. Porque las lágrimas de Abel Gómez son las lágrimas de todos los recreativistas.