La Palma ha brillado este último domingo de mayo con la celebración del Corpus. Una festividad muy bien acogida por los vecinos, que se toman este día como uno de los más destacados del calendario.
Altares, juncia y helechos abrazaron un corpus lleno de devoción y singularidad, resultado del esfuerzo de todos y, especialmente, de la hermandad sacramental.
La salida del Santísimo Sacramento bajo palio tuvo lugar alrededor de las 10.15 de la mañana. La Cruz de la calle Sevilla servía como cruz de guía en esta tradicional procesión. Todas las calles del recorrido estaban llenas de altares, levantados por las hermandades y por muchas familias palmerinas. Mención especial merece la alfombra de sal realizada por la asociación de belenistas, una auténtica obra de arte para adorar a la Sagrada Custodia.
Destacable fue también la visita del Santísimo Sacramento al Convento de las Hermanas de la Cruz. Un encuentro íntimo en el que ellas mismas ponen voz a la adoración del cuerpo de Cristo.