El 4 de diciembre de 2000 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 18 de diciembre como Día Internacional del Migrante. Fue precisamente entorno a ese año cuando en Almonte se empieza a trabajar con este sector de la población. Inicialmente el área de migración contaba con una informadora, una trabajadora social y una mediadora jurídica. El objetivo principal era adaptar a Almonte a este nuevo grupo social y viceversa. Sobre todo, hacer que los migrantes pudieran ser ciudadanos de pleno derecho.
Y es que, Almonte es un núcleo en el confluyen ciudadanos de origen rumano, búlgaro, marroquí, colombiano o ecuatoriano, entre otros. En total, en torno a 4250 personas migrantes entre los núcleos poblacionales. Y la clave para que la convivencia sea cordial y positiva es tener claro que todos somos iguales.
Para celebrar esa convivencia la comunidad migrante se dio cita ayer en el salón de plenos del ayuntamiento almonteño. Porque cualquier excusa es buena para brindar por la armonía entre razas y nacionalidades diferentes.