El Ayuntamiento de Almonte ha inaugurado la nueva rotulación de la ahora calle María Ojeda. En compañía de su familia, sus amigos y mucha de la gente a la que ayudó en vida, el consistorio ha querido reconocer así el compromiso de María con la sociedad almonteña.
Todos los vecinos de la antigua calle Eduardo Blanco, ahora calle María Ojeda, estuvieron de acuerdo con este cambio de nombre, tal y como había propuesto la Asociación de Prevención y Estudio de las Adicciones.
María Ojeda fue una vecina muy querida y apreciada en Almonte por su generosidad y su entrega. Comprometida con los problemas de adicción en una época en la que aún había mucho desconocimiento al respecto, María fue una tabla de salvación para muchas familias en Almonte.
Un homenaje que pone en valor la ayuda desinteresada que María Ojeda prestó durante su vida. Un gesto de amor, hacia su familia y hacia Almonte, que hoy queda registrado para siempre en la memoria del pueblo por el que tanto hizo.