Hace ya 400 años que murió Miguel de Cervantes, y Almonte ha querido homenajear la vida y obra del autor, enfatizando al Quijote y su fiel escudero Sancho.
Todo ello, en una semana en la que Artes escénicas, exposiciones, plasticidad, creatividad e innovación, se han dado la mano para hacer de la localidad, un referente en la provincia.
Dos importantes obras dramáticas, dirigidas a un público heterogéneo, en las que se han mezclado estilos diversos, han acaparado la mirada teatral. Hablamos de “El Brujo” y “El Quijote y Yo”.
Además, y especialmente característico, ha sido la exposición “Cervantes Vive”, cuya estancia en el Salvador Távora, finalizará el próximo día 25 de noviembre, y en la que se deja muy claro que Almonte ha tomado el camino de las posadas y molinos del Quijote.