El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de las actuaciones realizadas por la Consejería de Salud y Consumo para la prevención y recuperación de los episodios de Ictus coincidiendo con el Día Mundial del Ictus, que se celebra cada 29 de octubre. Desde 2019, el Gobierno andaluz ha apostado por la creación de nuevas Unidades de Ictus, la implantación de tecnologías como el Centro Andaluz de Teleictus (CATI) y la formación de profesionales sanitarios, entre otras medidas. Estas acciones buscan mejorar la atención a esta patología, que constituye una de las principales causas de mortalidad y discapacidad a nivel global.
Entre las principales iniciativas llevadas a cabo entre 2019 y 2023, destaca la creación de nuevas unidades de Ictus en hospitales estratégicos, como los de Jaén, Jerez de la Frontera (Cádiz), San Cecilio (Granada) y Virgen de la Victoria (Málaga), que cuentan ahora con estructuras especializadas para el tratamiento de pacientes con ictus. Estas unidades están equipadas con personal médico y de enfermería especializado, así como servicios diagnósticos operativos las 24 horas del día.
Otra de las acciones más relevantes ha sido la implantación del Centro Andaluz de Teleictus (CATI) en 2019, una red formada por un pool de especialistas en neurología vascular y hospitales de Andalucía en los que no se cuenta con profesionales de esta especialidad que realicen guardias de manera presencial. Su objetivo es mejorar la atención al ictus agudo y conseguir aumentar las tasas de tratamientos de reperfusión mediante la evaluación por Telemedicina. Desde su puesta en marcha, el CATI ha atendido a más de 4.600 pacientes, incrementando el porcentaje de tratamientos de reperfusión por encima del 30%, una cifra clave para la recuperación de las personas afectadas. En 2023, el CATI amplió su cobertura a los hospitales de Guadix (Granada) y Vejer de la Frontera (Cádiz).
Del mismo modo, destaca también la creación de la primera Unidad de Procedimientos y técnicas de Referencia de Andalucía (UPRA) sobre enfermedades neurovasculares minoritarias que se relacionan con el ictus. Esta unidad de referencia se sitúa en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla y supone una oportunidad para que sean valorados y tratados de forma específica pacientes de toda Andalucía.
Además de la creación de nuevas unidades asistenciales, Andalucía ha consolidado los nodos de trombectomía como referencia nacional. El Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla se ha convertido en líder en tratamientos de trombectomía mecánica, una técnica clave en la fase aguda del ictus isquémico que permite extraer coágulos de las arterias cerebrales de forma mecánica, salvando vidas y reduciendo secuelas.
Otro proyecto destacado es el ICONA (Ictus en Continuidad Asistencial), que busca mejorar la coordinación de los profesionales sanitarios en el seguimiento de los pacientes con ictus tras el alta hospitalaria. Asimismo, se han desarrollado protocolos específicos para el tratamiento del ictus pediátrico y otras patologías relacionadas, mejorando la atención a pacientes con estas condiciones.
La formación del personal sanitario también ha sido un pilar fundamental. Se han impartido ocho ediciones de cursos formativos sobre el uso del CATI y otros relacionados con el manejo del ictus en diferentes fases, tanto en personas adultas como en menores. La Fundación Progreso y Salud y la Escuela Andaluza de Salud Pública han sido claves en este proceso, ofreciendo programas de actualización sobre la prevención y manejo del ictus a médicos y enfermeros. Del mismo modo, se han publicado artículos científicos sobre la materia en revistas internacionales de impacto.
Compromiso con la investigación y divulgación
En el ámbito de la investigación, se han llevado a cabo diversos estudios y ensayos clínicos en hospitales andaluces. Uno de los más destacados ha sido el ensayo clínico con polifenoles en pacientes con CADASIL, una enfermedad genética que puede provocar episodios de ictus y demencia. Además, la participación de los hospitales andaluces en proyectos como BASIC, Hispania y Artista ha permitido la creación de registros hospitalarios que mejoran la monitorización y el seguimiento de los pacientes.
Para mejorar la concienciación sobre el ictus, la Junta de Andalucía ha organizado anualmente el Congreso Andaluz de Ictus y el Congreso de Pacientes con Ictus, fomentando el intercambio de conocimiento entre profesionales y afectados. La difusión de información relevante a través de redes sociales y medios digitales ha sido fundamental para sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz.
Finalmente, destacan las actuaciones encaminadas a una adecuada coordinación entre los agentes implicados en la materia como diferentes actuaciones de coordinación con el Ministerio de Sanidad a través de la participación de profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en el Comité Institucional de la Estrategia de Ictus del Ministerio de Sanidad o la revisión por parte de este último del documento ‘Manejo del ictus isquémico en la infancia y la adolescencia’; la coordinación con el SAS para la evaluación anual de objetivos del Contrato Programa; o la coordinación con otros Planes y Estrategias del sistema sanitario público de Andalucía en el ámbito de la genética, enfermedades raras, cefaleas o Alzheimer y otras demencias.
El ictus es una enfermedad grave que ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro, lo que provoca la muerte de las células cerebrales. Existen dos tipos principales de ictus: el isquémico, que representa el 80% de los casos y ocurre cuando un coágulo bloquea una arteria, y el hemorrágico, que se produce cuando un vaso sanguíneo se rompe. Los síntomas incluyen dificultad para hablar, debilidad en un lado del cuerpo y pérdida de la visión. Una atención rápida y adecuada es esencial para reducir las secuelas.
En cuanto a la epidemiología y los datos en Andalucía, se constata que cada año sufren un ictus un número cercano a las 21.000 personas, cifra que se mantiene estable año tras año en atención a los datos reportados por la base de datos poblacional entre los años 2014 y 2021 y que muestra una leve mayor incidencia en hombres, diferencia que también se mantiene constante en el tiempo. En relación con las consecuencias del ictus, se trata de la segunda causa de muerte en nuestro país, así como la primera causa de discapacidad física.