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Las horas de Benjamín Naranjo como presidente del Recreativo de Huelva están contadas. El médico e historiador ha presentado su dimisión. El enfrentamiento con aficionados en el palco y la falta de soluciones de los propietarios al grave problema económico e institucional están detrás de la decisión de Benjamín Naranjo.
El dirigente recreativista ha informado al resto del consejo de la determinación tomada. Ya lo hizo a través de una carta la pasada semana. Un incidente con un socio durante el Recre-Algeciras agilizará la despedida del expresidente de la Delegación Onubense de Baloncesto. Su discurso ante sus todavía compañeros muestran una división irrevocable. El propio consejo, no obstante, debe confirmar en los próximos días la marcha de Naranjo. Solo así sería efectiva.
Pablo Comas, el anterior presidente y máximo representante de la propiedad, debe buscar otra personas de confianza. El empresario madrileño propuso a Naranjo como presidente en junio y el 30 de julio fue presentando como primer dirigente albiazul. El pasado 30 de septiembre fue ratificado en la junta de accionistas. En la misma junta, Naranjo ya amagó con marcharse. Presentó una dimisión que entonces no fue aceptada.
Ahora, el todavía presidente esgrime problemas de salud para continuar. Considera injustas las críticas que arrecian ante la mala coyuntura económica y deportiva del equipo. Al mismo tiempo, la ausencia de soluciones por parte de los propietarios limitan su gestión. La afición pide un adiós de Comas que no se produce y el embargo de Hacienda mantiene a la entidad con respiración artificial. Los impagos a jugadores, técnicos y resto de empleados vuelven a poner en tela de juicio la supervivencia del Decano.
