Y con este chapuzón lleno de alegría y diversión los más pequeños y jóvenes de Bonares decían adiós a un verano lleno de actividades.
De nuevo, el paraje natural de El Corchito se convertía en punto de encuentro donde disfrutar del mejor ambiente con toboganes de agua, música en directo y hasta un toro mecánico.
Dos días llenos de actividades pero también cargados de reencuentros entre vecinos que volvían de vacaciones con las pilas bien cargadas.
En definitiva, un fin de semana para disfrutar del campo y de música, sirviendo de colofón a la temporada estival, y recibiendo de la mejor forma al otoño y al nuevo curso escolar.