El centro Siloé de Huelva ha acogido el balance anual de Cáritas Diocesana. Un balance que arrojó datos muy significativos: 23.997 personas, en situación de precariedad, fueron ayudadas por la organización religiosa.
Según Cáritas, las familias onubenses se han visto afectadas directamente por la pandemia de la Covid-19 y de la brecha digital; dos situaciones que en ocasiones han ido de la mano y que han aumentado las desigualdades entre familias junto a problemas de soledad, vivienda o trabajo digno.
En total, Cáritas ha acompañado a 9.696 familias desde la acogida y ha atendido a 479 personas que tenían necesidades de insercción laboral. Algunos datos que tienen rostro, esperanzas e ilusiones y que ahora miran al futuro con un poco más de luz gracias a Cáritas Diocesana.