La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha mantenido un encuentro con representantes de la Asociación Andaluza de Mujeres Empresarias del Sector del Medio Ambiente (Ansemac), encabezadas por su presidenta, Esperanza Fitz, y su vicepresidenta, Victoria Cabrera, en el cual se han abordado diversas cuestiones de interés para los sectores ambiental y agrario de Andalucía, entre ellos, el impacto del cambio climático en la actividad agrícola. La consejera ha estado acompañada en esta reunión por la viceconsejera, Ana Corredera, y la directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, María López Sanchís.
En concreto, uno de los asuntos tratados en la reunión ha sido el estudio liderado por María del Mar Delgado, catedrática e investigadora de la Universidad de Córdoba (UCO) e integrante de Ansemac. Este trabajo analiza la percepción de los agricultores en relación al cambio climático, es decir, cómo los profesionales del campo perciben ya su impacto en los cultivos y qué acciones estarían dispuestos a adoptar para adaptarse. “Desde la Consejería le vamos a dar todo el apoyo institucional a este estudio para que tenga la mayor proyección posible”, ha enfatizado Crespo.
A este respecto, la consejera ha subrayado que tratar de conocer con detalle los efectos del cambio climático en el sector agrario de Andalucía “es de vital importancia para poder adaptarnos lo mejor posible y que la competitividad de nuestros agricultores y ganaderos no se vea mermada”. “El sector agrícola es crucial para la economía y el empleo y debemos estar preparados ante el cambio climático”, ha señalado, antes de remarcar la “apuesta y el compromiso” de los agricultores andaluces por avanzar en sostenibilidad y en un uso responsable de los recursos naturales.
Además, la titular de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía ha recalcado el papel como “inmenso sumidero de CO2” que desempeñan los cultivos agrícolas, al tiempo que ha puesto el énfasis en los beneficios medioambientales que generan, por ejemplo, las miles de hectáreas de olivos y dehesas que existen en la comunidad. De hecho, el propio estudio de la UCO apunta que los agricultores andaluces no se ven como generadores de cambio climático, sino todo lo contrario, como solucionadores.
Colaboración
Asimismo, Carmen Crespo ha puesto el acento la colaboración público-privada para seguir dando pasos y generar numerosas oportunidades “que nos permitan avanzar en la mitigación de los efectos del cambio climático”. “En una región que está al sur del sur, adaptarnos al cambio climático es clave y una tarea ineludible”, ha remarcado.
En este sentido, la consejera ha subrayado que en el Gobierno andaluz “estamos convencidos de que unas de las prioridades es aumentar la resiliencia de la comunidad autónoma”, ya que, a su juicio, “es un objetivo fundamental para asegurar a las nuevas generaciones una mejor calidad de vida”.
Asimismo, la responsable de Desarrollo Sostenible ha resaltado que actuaciones, como este estudio de la Universidad de Córdoba, “entroncan directamente con el Plan Andaluz de Acción por el Clima que aprobamos en 2021 y que posiciona a esta tierra como la primera Comunidad Autónoma de España con una planificación alineada con los objetivos y directrices europeos y nacionales en materia de cambio climático”.
Crespo ha concluido que se trata de un plan “ambicioso y posibilista” donde la colaboración entre administraciones y empresas “será la base de su éxito”.