No pudo ser. Carolina Marín ha caído en la final del Open de Dinamarca, competición que ha servido a la onubense para volver a los tapices después de siete meses de parón y que ha sido una prueba para la campeona del mundo, que ha podido comprobar su nivel físico ante grandes rivales.
De esta forma, Marín logró completar una primera fase excelente a la rusa Natalia Perminova, y posteriormente hizo lo mismo con Line Christopherse al otro lado del tapiz. Así se metió en cuartos, donde venció fácilmente a Beiwen Xhang e hizo lo mismo en la semifinal al derrotar en tan solo media hora a Yvonne Li.
Con el objetivo de obtener el oro, Marín se ha ido hoy a Nozomi Okuhara, que le ha ganado en ocho ocasiones frente a las nueve de la española. Esta vez, la balanza ha caído a favor de la japonesa, que ha vencido por 21-19 en el primer set y 21-17 en el segundo.