Todo parecía que el sueño se hacía realidad hasta que se convirtió en pesadilla. Carolina Marín, sin parar de llorar y con la rodilla destrozada tras un mal apoyo, se ha retirado en la mañana de este domingo de todas sus opciones en los Juegos Olímpicos de París 2024.
La onubense tenía el triunfo al alcance de la mano, pues había arrollado a He Bing Jiao hasta que en el 10-6 del segundo set llegó la inoportuna lesión.
Más en concreto, once puntos le faltaban para lograr, al menos, la plata.
“Me he roto, me he roto”, gritaba de dolor la campeona en el suelo al tiempo que su entrenador, Fernando Rivas, intentaba consolarla, de cuclillas.