A las ocho de la tarde se abrían las puertas de la Parroquia de San Bartolomé para que diera comienzo el II Vía Crucis Nazareno del Condado. Detrás, quedaba un año de arduo trabajo y larga espera en el que la Hermandad Sacramental de la localidad había estado preparando cada detalle para que nada fallara ese viernes 14 de marzo.
Previamente, las quince hermandades organizadores habían asistido a una misa celebrada en la Iglesia de Rociana oficiada por su párroco Cristóbal Robledo para luego iniciar el recorrido por la localidad.
La Cruz de Guía de la Hermandad Sacramental de Rociana abría el cortejo, junto con representantes de las hermandades locales y los ediles municipales. Tras ellos, cada una de las cruces de Guía de las catorce hermandades participantes custodiadas por dos faroles y cuatro cirios, así como representantes institucionales de los municipios. Los miembros de la hermandad sacramental precedían al paso de Padre Jesús, junto a la escolanía y el párroco municipal. El resto de vecinos de la localidad también fue partícipe del cortejo portando velas, como es costumbre en otras procesiones de Rociana.
Sin duda, un acontecimiento único en la localidad, que sólo se repetirá cuando pase más de una década. Por su parte, el próximo Vía Crucis Nazareno del Condado tendrá lugar el próximo año en la localidad de Manzanilla.