Según un informe pericial, realizado por el perito Juan José Hellín Moro y su equipo, presentado el pasado viernes en el juzgado que instruye la causa, las huellas de sangre encontradas en el interruptor del baño de la habitación de la casa de Almonte, donde se produjo el doble crimen, coinciden con la de los guantes hallados en la taquilla del acusado.
El informe se ha elaborado gracias a los estudios criminalísticos llevados a cabo sobre las trazas de origen desconocido que aparecieron sobre el interruptor. Éstos determinaron que el autor del crimen llevaba guantes, lo que produjo las marcas al entrar y encender la luz, y al salir y apagarla.
Las pruebas ejecutadas por los peritos han determinado la coincidencia de las marcas con los guantes que la Guardia Civil intervino al acusado, Francisco Javier Medina.
Un informe pericial que se suma a otro anterior, que determinó que el asesino calzaba unos zapatos que le quedaban grandes y que arroja una nueva prueba al caso de asesinato de Miguel Ángel Domínguez Espinosa y su hija María Domínguez Olmedo.