El uso de mascarillas es una de las formas más eficaces de protegerse contra el contagio del COVID-19. Sin embargo, sólo funciona si las usamos todos y es un producto que escasea.
Muchos ayuntamientos han repartido mascarillas realizadas con tejido TNT, las llamadas mascarillas higiénicas, que tienen su propio nivel de filtración y sus propias medidas sanitarias.
«Las mascarillas higiénicas tienen un grado de filtración menor que las FFP2 o las quirúrgicas, pero podría servir para población sana sin ningún tipo de síntoma, estornudos, ni ninguna otra molestia, o bien si no tenemos otra alternativa», ha explicado Javier Rodríguez, farmacéutico de Bonares.
Reutilizar nuestras mascarillas es la mejor forma de sacarle el mayor rendimiento a las que tenemos, pero para ello hay que lavarlas y desinfectarlas de forma correcta.
Dependiendo del uso que le demos, tendremos que seguir un protocolo u otro con estas mascarillas higiénicas. En el caso de una persona que sale una única vez a la semana a la calle para paseos cortos de menos de una hora, bastará con dejarla secar y guardarla en una bolsita.
Cuando se utilice de forma más seguida será necesario lavarlas.
«Si se ha ido a algún sitio con más ajetreo, que hayamos tenido gente bastante cerca, debemos lavarla en la lavadora. Después la dejamos secar al aire libre, ni secadora ni plancha. La dejamos secar durante dos horas y ya la tenemos lista para otro uso», ha explicado Rodríguez.
Con cada lavado nuestra mascarillas perderá eficacia porque las fibras del tejido se irán separando, perdiendo así capacidad de filtrado. Aunque se trata de mascarillas reutilizables y lavables, Rodríguez recomienda no prolongar su uso más allá del cuarto o sexto lavado.