El 27 de abril hará un año del trágico suceso acontecido en Almonte en el que un padre y su hija fueron asesinados. Un caso que continúa siendo investigado. La familia de María Domínguez y Miguel Ángel Domínguez, representada por los abuelos paternos y padres respectivamente han pedido a este medio la difusión de un comunicado para que su opinión sobre el caso sea conocido por el pueblo de Almonte.
“Con motivo del cumplimiento de un año de la siniestra tragedia que ha asolado y asola a esta familia en particular y uno de los peores episodios que ha atravesado el pueblo de Almonte recientemente, queremos agradecer a los vecinos de nuestra localidad las muestras de afecto, preocupación y condolencias recibidas a lo largo de este tiempo. Para esta familia, resulta tremendamente doloroso y penoso lidiar con unos hechos tan lamentables, ya que al desolador vacío que produce la pérdida de los seres más queridos se une el desconcierto por lo ocurrido. Por todo ello, instamos y pedimos al pueblo de Almonte que sea consciente de lo difícil que resulta afrontar esta situación y por ello solicitamos comprensión absoluta hacia las circunstancias que vivimos, ya que no se nos escapa algunos comentarios que a través de las redes sociales se vierten acerca de por qué estos sucesos no son notorios en los medios informativos y por qué la familia no promueve la publicitación de los mismos.
Al respecto queremos expresar que los pasos que está dando esta familia que hoy día habla a través de este medio forman parte de la más estricta intimidad, porque queremos hacer conscientes a la ciudadanía de Almonte que en este caso se está buscando al autor o autores de unos hechos criminales, por lo que el sigilo y la prudencia se tornan como los más adecuados consejeros. Hemos tenido que escuchar comparaciones nada adecuadas con otros episodios que están de actualidad sin que favor alguno hagan a una familia ya de por sí destrozada. Repetimos que en este caso, no se trata de indagar y dar con el paradero de un cuerpo, sino encontrar al autor o a los autores de unos hechos criminales. Y para ello, solicitamos de nuevo al pueblo de Almonte comprensión, puesto que mantenemos nuestra más profunda confianza en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, representadas por la Guardia Civil, encargada de llevar a cabo la investigación. Desde que ésta se pusiera en marcha hace ya casi un año, no ha habido dejación alguna en ningún momento sobre la misma y a pesar de que el pueblo, y la familia en primer lugar, lo que desea es el esclarecimiento de este luctuoso asunto, hay que dejar trabajar a la Guardia Civil en su empeño por resolver una investigación que no resulta nada fácil, pero que tenemos la más firme confianza que dé sus frutos. Para ello, lo que sí pedimos desde este medio a la ciudadanía de Almonte es que muestre su colaboración absoluta con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en caso de que lo crean necesario y dejen de lado comentarios e incitaciones que puedan resultar perjudiciales, a fin de no recaer en el error mayúsculo que se cometió en las primeras 24 horas desde el descubrimiento de los hechos cuando se hizo un daño tremendamente irreparable a esta familia que se expresa.
No podemos dejar pasar la ocasión para hacer consciente a la ciudadanía de Almonte que se trata de una investigación científica, responsable y seria, desempeñada por un equipo de miembros de la Guardia Civil con una extensa experiencia en estos casos, por lo que la actitud de esta familia ha sido siempre la del más escrupuloso respeto a la misma, sin intención de interferir o producir la más mínima contaminación que pudiera convertirse en un perjuicio sobre la labor investigadora.
El entorno más íntimo de la familia ha sido conocedor de los pormenores que llevamos atravesados. Podemos entender la preocupación del pueblo de Almonte al no tener noticia alguna del caso, pero reiteramos que ni esta familia que habla ha dejado de hacer lo que tiene que hacer con el más prudente de los sigilos como requiere este asunto, ni las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han cejado en su empeño ni un ápice desde que se abrió la investigación.
Por todo ello, y pidiendo el más absoluto de los respetos, sobre todo por la memoria de nuestra nieta e hijo, solicitamos al pueblo de Almonte prudencia como lo ha venido demostrando hasta ahora y es algo que tenemos que agradecer e instamos a que sigan mostrando comprensión hacia la cautela y mesura a fin de no enturbiar una investigación que estamos plenamente confiados y convencidos en que arroje un resultado positivo para que entre todos podamos encontrar la tranquilidad necesaria al poner en manos de la Justicia al responsable o a los responsables de este atroz suceso.
Firmado: Abuelos paternos de María y padres de Miguel Ángel. Tío y hermano.
MARÍA ESPINOSA CANO, ANTONIO DOMÍNGUEZ RAMOS Y ANÍBAL DOMÍNGUEZ ESPINOSA”