Un año más, esta casa ha vestido sus mejores galas en Lunes Santo para ofrecer la identidad de la comarca del Condado, con el Señor del Prendimiento de Bollullos como único pretexto.
Desde las 18:30 y hasta bien entrada las 22:00 horas, Condavisión ha informado al detalle de todo lo concerniente a la decisión de una Junta de Gobierno que, durante toda la tarde, ha mantenido la esperanza de flotar con su Cristo por las calles de su Barrio. Un barrio que ha decorado sus fachadas, pese a las inclemencias del tiempo.
Con el martillo televisivo en manos de Celia Gil, y la sonoridad en el acompañamiento, como si de la mejor agrupación musical se tratara, en el rostro de Mar Rodríguez, Condavisión ha vuelto a colorear de blanco y azul el cielo de Lunes Santo. Un color que, pese a las dos paradas de moratoria y a la decisión final, acordada a eso de las 21:30 de la noche, se ha hecho notorio en momentos como la saeta final en el silencio de una capilla encogida por el sentir devocional, o las estampas de pequeños que relevan el testigo del amor hacia la imagen de un barrio que luce cada año por Lunes Santo.
Y si algo peculiariza el tesón de esta televisión del Condado onubense, es el factor humano. Un eslabón siempre atado a la Semana Mayor y que, en esta ocasión, ha cristalizado en la pareja de «aguaores» representadas por las reporteras Rosa Pérez y María Díaz. Dos profesionales que han animado, informado, respetado e inundado de amor cada conexión desde el templo bollullero.
Una tarde para el recuerdo que deja patente el cobijo que esta casa ofrece para todos aquellos espectadores que confían en nuestra labor.
Los Misterios del Condado sigue levantando contenido, para revirar en cada pueblo de nuestra tierra, y dar chicotadas de emoción e ilusión en la semana más bonita del año.