El próximo martes, 23 de julio, a partir de las 10,30h CGT realizará una peregrinación de protesta contra el ACOSO LABORAL en CORREOS y en APOYO a una de sus compañeras.
Según subrayan en una nota de prensa, “la compañera Raquel, cartera de Almonte, es víctima de la opresión de la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos”.
Así, la CGT de Correos quiere denunciar, lo que según subrayan como “permisibilidad y connivencia de la Sociedad Estatal Correos en el desarrollo de actitudes de hostigamiento laboral como las que se están dando en la cartería de Almonte”.
Desde la CGT de Correos, insisten en que los trabajadores, en concreto una compañera se encuentra “en medio de una política de presión al personal para tapar las carencias en inversión y plantillas”. Por ello, denuncian que “las voces críticas como la de Raquel, trabajadora de reparto de Almonte, se pretenden acallar mediante el acorralamiento, el aislamiento social, la difamación y el perjuicio constante y sibilino, lo que la ha llevado a la angustia y a la enfermedad”.
También han incidido en que “la Dirección de Correos, lejos de tomar verdaderas medidas de prevención y protección de la Salud, sanciona a la trabajadora, a instancia de la Jefa de reparto de esta localidad, con 2 meses de suspensión de empleo y sueldo, por defender, como representante sindical, el trabajo en base a las propias normativas internas de la empresa”.
Adeás califican de “lamentable”, la actuación de la Jefatura de “Relaciones Laborales” de Correos, “que ante las reiteradas denuncias por escrito, no solo no interviene, sino que ni siquiera responde, dando vía libre a las agresiones psicológicas. La Inspección de Trabajo ha obligado a repetir la Evaluación de Riesgos laborales en la cartería de Almonte y Correos ha vuelto a realizar una chapuza de manera impune, esquivando normativas, falseando medidas, por lo que los riesgos Psíquicos campan a sus anchas en esa cartería, como una amenaza que no deja otra opción que la indefensión o la huida”.
La trabajadora ya venía de padecer una situación de hostilidad grave de Correos, por lo que tuvo que cambiar hasta de Comunidad Autónoma y a su llegada a Almonte la empresa había extendido falsos rumores en el ánimo de que fuese tratada como una apestada por el resto de la plantilla.