La Plataforma en Defensa de los Regadíos del Condado de Huelva ha alertado sobre la pérdida de diversidad del sector de los frutos rojos en el Condado si no se activa el trasvase de 4,99 hm3 de agua superficial. Esta infraestructura, cuyas concesiones de agua se autorizaron en el mes de marzo, está pendiente de la inclusión de más de 200 hectáreas beneficiadas en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA). En total, el trasvase regará más de 700 hectáreas de frutos rojos.
Según ha explicado su presidente, Cristóbal Picón, la falta de agua está imposibilitando regar cultivos permanentes como las frambuesas, los arándanos y las moras. Lo que, a su juicio, «pone en peligro la ansiada diversidad de este sector, que busca tener cultivos todo el año y romper la estacionalidad». Además, ha asegurado que los agricultores están «desesperados por la falta de agua». Una situación que se solucionaría con la puesta en marcha del trasvase de 4,99 hm3 de agua entre la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras hasta la del Guadalquivir. “Esta infraestructura está acabada desde octubre de 2015, con las concesiones entregadas pero inutilizada desde entonces”.
Picón ha recordado además que han sido los propios agricultores los que «han aportado el 30 % de su coste, un total de 20,5 millones de euros. Hemos llegado a un punto en el que a esta Plataforma le resulta muy difícil explicarles por qué no se activa la llegada del agua». Picón ha recordado que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente entregó en el mes de marzo las concesiones de agua para el trasvase “y aún no hemos conseguido que se ponga en marcha”.
Situación límite.
La falta de agua está ocasionando pérdidas importantes a los agricultores que han optado por tener cultivos plurianuales, como el arándano y la mora, que precisan de riego y cuidados durante todo el año. «Parece una broma pero empezamos a estar ahogados por la falta de agua», ha indicado Picón.
Más de 400 pozos se comenzarán a cerrar en la zona beneficiada por el trasvase gracias a la llegada de los 4,99 hm3 de agua superficial, “con el beneficio que ello supone para nuestro entorno, además de para la tranquilidad de los agricultores, que saben que no habrá problemas para regar”.