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El número uno de Cs al Congreso por Huelva, Carlos Hermoso, ha lamentado este sábado la «paralización desde 2015» de la presa de Alcolea, en Gibraleón, a la par que ha afeado que la provincia «no despega» con el Gobierno socialista de Pedro Sánchez.
Así lo ha manifestado este domingo en la localidad onubense en el marco de una visita a las obras de la citada presa, la cual es, a su juicio, una infraestructura «fundamental para el desarrollo de la provincia y en particular para la zona de Andévalo, tan necesitada de empleo y de actividad económica».
Al respecto, Hermoso ha estimado que la reactivación de la presa supondría la creación de «unos 18.000 empleos directos y el descenso de la tasa de desempleo de la provincia en siete puntos». Pese a ello, ha continuado, «ni PP ni PSOE han sido capaces de sacarlo adelante». «De los 80 millones presupuestados solo 36 se han ejecutado y la misma lleva parada desde el 2015», ha reprochado.
«En los últimos presupuestos de Sánchez ni un solo euro iba destinado a esta infraestructura», ha dicho añadiendo que «con Sánchez en la Moncloa no va a despegar Huelva». «Sánchez negocia con el atraso de nuestra provincia, el doloroso atraso de nuestra provincia», agrega.
Sobre la presa en cuestión, el candidato al Congreso ha señalado que «es una prioridad para Cs junto con otras vinculadas como el Canal de Trigueros, que supondría la puesta en valor de una tremenda zona de regadío de 500 hectáreas», lo que tendría una «importancia vital para la creación de empleo y también desahogaría el acuífero 27 que es el que nutre a Doñana, que genera problemas de convivencia entre la actividad del hombre y del medio ambiente».
«Podría ser la definitiva solución sobre esa presión del acuífero y por tanto aunar la conservación del medio ambiente y el desarrollo y despegue económico de la provincia», ha valorado el candidato de la formación naranja.
Paralelamente, Hermoso ha recordado que el próximo martes el Consejo de Gobierno presentará una iniciativa de ley que supondrá la «efectiva limitación» de mandatos del presidente de la Junta y de los consejeros, tratándose de «medidas de higiene democrática que demuestran que el Gobierno no se limita a seguir la inercia de los mandatos anteriores».
Así, en su opinión, el Gobierno andaluz de PP y Cs «viene a reformar, con aire fresco y a suprimir los usos poco democráticos y de poca renovación que han dado como consecuencia unos 40 años de socialismo muy perjudiciales para las instituciones y administración andaluza».
