El Festival Internacional de Piano (FIP) Guadalquivir llevaba anoche al incomparable marco del patio mudéjar de la Casa de las Campanas (una casa solariega del siglo XV) una nueva apuesta innovadora en la que la danza, el teatro, la gastronomía y el piano se unieron en una experiencia sensorial sorprendente que unió Córdoba y México. «Gitanilla» fue la historia de un afortunado y feliz encuentro que arrancó con una cata de 3 alimentos protagonistas de la gastronomía cordobesa y mexicana: El vino fino de la innovadora, ecológica y premiada Bodegas Robles, un sorprendente mezcal o «maguey cocido» del grupo Entre Compas y el exquisito jamón ibérico de la comarca de Los Pedroches o «tierra de las bellotas» de la prestigiosa marca Agroibérica de Pozoblanco. Y como postre sorpresa, los muérganos de la firma El Águila Real de Tehuacán (México) .
Los asistentes tuvieron la oportunidad no solo de catar, descubrir y sorprenderse con los aromas, las amplias y diversas notas en boca y los elementos visuales que identifican estos productos de enorme calidad sino de conocer sus artesanales y cuidadosos procesos de elaboración de la mano de Francisco Robles (Bodegas Robles), José Martín (Agroibérica) y Silvia Andrenacci (Entre Compas). El amor con el que se maduran los vinos en el silencio de las soleras y criaderas, la crianza al aire libre de los cerdos ibéricos en la dehesa cordobesa y la paciencia de la cocción bajo tierra de las piñas del agave dio pie a otra historia de amor, la de la Gitanilla, la historia de una mujer que, al igual que la flor, posee la belleza y la capacidad de permanecer. Como una huella que queda a lo largo del camino, un saber y un amor que solo puede ofrecer la Gitanilla, una mujer que vive en un patio, en una bendita rutina.
Caminantes Danza escenificaron en un espacio arquitectónico Patrimonio de la Humanidad, como es el patio mudéjar de influencia nazarí de la Casa de las Campanas, su Bendita Rutina, montaje premiado doblemente en Indefest 2022 a la mejor dirección y a la mejor interpretación masculina, que nos introduce en la naturaleza de la mujer que habita el patio cordobés. Su memoria, su sentir, su fuerza, su constancia, su delicadeza, su amor por la naturaleza, por el compartir y por las experiencias vividas. Con dos intensos personajes en tono tragicomedia, evocó a un pasado como ideal, al presente como posible.
Pepa Sanz y José Merino emocionaron con un montaje de enorme plasticidad y emotividad, en el que la danza, el flamenco, e incluso el mimo se amalgamaron en un espectáculo único que gozó de la interpretación en directo de obras del compositor catalán Fréderic Mompou en manos de Germán Barrio. De esta forma, el Festival vuelve a poner de manifiesto la versatilidad del piano, en este caso, como acompañamiento de la interpretación escénica, y sigue apostando por difundir y dar a conocer el talento de los compositores e intérpretes españoles.
Precisamente el descubrimiento de los vínculos de la música con disciplinas dispares, en este caso, la danza, el teatro y la gastronomía, es una de las señas de identidad del Festival, que en esta 14 edición pone el acento en el patrimonio y la figura de la mujer, protagonista indiscutible de “Encarnadas: Mujeres-Patrimonio-Piano”.
Partiendo de los códigos del flamenco y la danza española con una mirada actual, Caminantes Danza se abren a recursos de otras disciplinas; y a la experimentación coreográfica y escénica. El propósito de sus creaciones es hacer un viaje de ida y vuelta de lo imaginario a lo real, de lo cotidiano a lo soñado. Desde 2010 han realizado actuaciones en España, Portugal, Bulgaria, Italia, Argentina, Ecuador, Brasil, Japón y Tailandia. En montaje Bendita Rutina han intervenido Pepa Sanz y José Merino (danza e interpretación), Germán Barrio (piano) y Florencio Campo (coreografía junto a Pepa Sanz y José Merino), con música de Fréderic Mompou, David Lang y Krishna Levy y textos de Rosa Montero, Griselda Ramos y Carol Sanz, bajo la dirección de Antonio García.
El festival continúa su andadura hoy con sendas visitas guiadas tematizadas: “Agua con nombre de mujer” al Museo Casa del Agua y la visita con degustación de tés y pastas marroquíes a la Casa Andalusí y Museo Alquimia. Mañana martes, a las 20.00 horas, y en colaboración con el programa “Septiembre de Culturas” de Casa de Sefarad, se celebra la conferencia-concierto “Memorias de mujeres” con el historiador Sebastián de la Obra y el piano de la alumna de la Fundación Barenboim-Said Carmen Pérez Salmoral (https://fipguadalquivir.org/programa/memorias-de-mujeres/).
Toda la información sobre la programación, eventos, descuentos en trenes y hoteles, reserva y venta de entradas puede encontrarse en la web del festival www.fipguadalquivir.org.
El Festival Internacional de Piano Guadalquivir fue fundado en 2010 por su directora, la pianista María Dolores Gaitán y está organizado por la Asociación Cultural Guadalquivir Pianístico con el patrocinio principal del Ayuntamiento de Córdoba, Córdoba Patrimonio, con el patrocinio de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, cofinanciado con fondos europeos, Diputación de Córdoba, Universidad de Córdoba y Cabildo Catedral. Cuenta también con el patrocinio de la Fundación Cajasur y Sime & Saneamientos Cruz y como colaboradores principales con Renfe Tu Tren, Casa Árabe, Asociación Ángel G. Piñero, Corhyund, El Corte Inglés, AIE y BF Producciones. Colaboran además Hospital La Arruzafa, Hotel Patio del Posadero, Hotel La Casa de la Judería, Agroibérica jamones, Bodegas Robles, Horno de Mel, Bodegas Mezquita, Mercado Victoria, Entre compas y Ana Martina. Y como colaboradores institucionales están Yacimiento Arqueológico de Medina Azahara, Museo Casa Sefarad, Museo Casa Andalusí, Asociación Amigos de los Patios, Museo del Agua, Conservatorio Profesional de Música Ziryab, Filmoteca de Andalucía, OSN (Orquesta Sinfónica Nacional de México) y Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) de México. Medio de comunicación oficial: Canal Sur.
Los pianos elegidos para la celebración de este festival son pianos de la serie artesanal Yamaha y Bösendorfer con la colaboración de Royal Pianos.