Un día para la historia del mundo rociero.
Así vivieron el pasado viernes los vecinos de Rociana un hecho que pasará a la historia. Después de casi 90 años, ha vuelto a su casa el simpecado primitivo de la Hermandad del Rocío del municipio rocianero.
La tarde empezaba a caer cuando, al fin, los rocianeros veían recuperado su simpecado lleno de sentimiento y valor patrimonial hasta llegar a la Parroquia.
Tras muchos años de trabajo y de conversaciones, las familias Padilla Gordillo y Padilla Díaz de la Serna entregaban este simpecado que había guiado los pasos de los primeros rocieros del municipio hasta la llegada de la Guerra.
Un gesto de agradecimiento que marca y afianza la unión de los dos pueblos rocieros, Almonte y Rociana, para seguir profesando la fe a la Blanca Paloma.
En este día lleno de ilusión, quisieron recordar también a aquellos que empezaron a trabajar por este sueño y que lo vieron, como dicen, “desde las Marismas del cielo”.
Ahora queda recordar para siempre este día, celebrando que, el simpecado ya descansa en el retablo de la Hermandad que se encuentra en la Parroquia de San Bartolomé del municipio.