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Lo mejor, el resultado. No se puede sacar otra lectura de un partido gris entre Talavera y Recreativo que se rompió en los últimos minutos con dos expulsiones por el bando local y una falta bien botada por Quique Rivero que acabó con los albiazules estallando de alegría al haber conseguido un triunfo vital, agónico e inesperado en un partido cuyo marcador más justo hubiera sido el 0-0.
Para este partido, Alberto Monteagudo introdujo varias modificaciones, con el fin de hacer descansar a varios jugadores que habían jugado muchos minutos en los últimos partidos y que otros menos habituales tengan su cuota de participación. Así, Borja García entró por Morcillo, Fran por Sergio Jiménez, Chuli por Quiles, Alfonso por Carlos Martínez y Ruben Cruz por Isi Ros. Así, en una primera mitad tediosa, ningún equipo ofreció algo reseñable en un Municipal de El Prado en un estado, si bien decirlo, lamentable pero tampoco justificaba el calamitoso primer tiempo de ambos equipos que no se dignaron a ofrecer un juego por bajo, asociativo y con un mínimo de criterio y sentido.
En vez de eso, el juego directo fue amo y señor de los primeros cuarenta y cinco minutos, haciendo que las defensas tuvieran una ventaja abrumadora sobre los delanteros con ambos equipos sin ninguna capacidad de sorpresa ni de generar rupturas de lineas ni ocasiones claras de gol. Solo un cabezazo de Chuli a una falta de Nano, un remate de Ruben Cruz, que sacó Sedeño bajo palos, y un disparo de Gerard al filo del descanso que se fue arriba fue lo más productivo del Recreativo mientras que por el Talavera no dio señas de más ambición y solo inquietó a los de Alberto Monteagudo con un cabezazo de Hèctor que se fue arriba y dos chuts de Cidoncha que se fueron directamente fuera.
En el segundo tiempo, Monteagudo buscó dar un zarandeo al ataque del Recre metiendo a Irizo por Alfonso pero no surtió demasiado efecto. El balón en largo se imponía al juego asociativo, la previsión ganaba a la sorpresa, el juego interrumpido imponía su ley sobre el fluido y los minutos discurrían sin mucha sorpresa. Empezó el Talavera metiendo algo de miedo con un cabezazo de Cidoncha.
Aunque, en honor a la verdad, el Recreativo pareció que lo intentaba un poco más. Primero Borja García, tras una falta de Nano, probó fortuna y después Fran, en la ocasión más clara del choque tuvo para hacer el 0-1. El canterano, que aprovechó muy bien un balón al hueco de Quique Rivero, se quitó el marcaje de la defensa, rompiendo a la espalda de los zagueros locales pero, en el uno a uno contra Barbero, el portero del Talavera se agigantó para, con una parada propia de balonmano, tapar con la rodilla el disparo del canterano y Ruben Cruz, seguidamente, mandó el rechace del disparo fuera.
A partir de entonces, el choque se rompió y se animó un poco al convertirse en un correcalles y si bien el Recre pudo ganar, también vio de cara muy cerca la derrota. El exalbiazul Cristian Fernandez, que había entrado en el segundo tiempo, ganó bien la marca a Nano y se plantó ante Nauzet, que paró su disparo pero el balón acabó en la frontal del área, rematando Cidoncha pero Diego Jimenez sacó de forma providencial el balón en la línea de gol, evitando el gold el centrocampista local y el 1-0 en el Municipal de El Prado.
Pero la labor arbitral y la estrategia sonrieron al Recreativo en un partido que se encaminaba, inexorablemente, al 0-0. el Talavera vio como entre los minutos 89 y 90 se quedaba con dos menos por las expulsiones de Julio Cidoncha, este por una dura entrada a Fran, y Carlos Expósito por una falta a Isi Ros. Así, con dos menos, una falta bien botada en el lateral derecho del área de Barbero por Quique Rivero acabó con Diego Jiménez apareciendo en el segundo palo para, contando con la ayuda del palo izquierdo, hacer el 0-1 y firmar un triunfo agónico y vital para un Recreativo plano e gris que, aún así, ve como sale de Talavera de la Reina con más tranquilidad y lejos del peligro.
