El árbol “Manolo” es el árbol más emblemático, y conocido, de los bosques del entorno del Parque Nacional. Miles de personas se acercan, durante todo el año, y esperan pacientemente colas para poder abrazarle y sentir su energía.
Muchos consideran ya a este pino centenario como una fuente de buena suerte y aprovechan la visita para pedirle que se cumplan sus ilusiones, y ahora que se acerca la Navidad a rozar sus décimos de lotería sobre la superficie de su tronco.
Pero la tranquila existencia de “Manolo” se ha terminado, según el colectivo femenino “Mujeres por Doñana”. Desde hace solo unos días, y de forma sorprendentemente rápida, los bosques de chopos que compartían espacio natural con “Manolo” están siendo, literalmente, arrasados.
De poco les ha servido encontrarse en un espacio público controlado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Las choperas del cauce de un espacio denominado “Arroyo del Algarve” en Hinojos, Huelva desaparecen, arrancadas desde su base, a una velocidad endiablada.
EL GRUPO FEMENINO HA SOLICITADO AYUDA A LA ORGANIZACIÓN “ECOLOGISTAS EN ACCION»
La noticia que saltó a los medios de comunicación la semana pasada ha despertado la inquietud de muchos colectivos y entidades por un nuevo fenómeno, que, aunque novedoso, ya se está convirtiendo en un nuevo riesgo de destrucción masiva de la biodiversidad de Doñana: La explotación de biomasa no residual para la obtención del, tan revalorizado, pellets usado en estufas y calefacciones.
“Mujeres por Doñana” ya ha solicitado a Confederación, y por escrito, que actué con la máxima rapidez y que, de forma inmediata, paralice la destrucción de la masa forestal que aún queda en pie. También se ha pedido apoyo a la organización “Ecologistas en Acción”.
Mientras tanto, en el colectivo femenino ya se han establecido un sistema de patrullas en el bosque, incluso por la noche, para detectar nuevos intentos de destrucción forestal. Y es que, según ellas, la posiiblidad legal de que alguien catalogue un árbol bajo el término “Riesgo de Caída” va a provocar la explotación comercial, y masiva, de bosque centenarios que albergan un verdadero tesoro natural.
Mientras toda esta “Guerra del Pellets” libra sus primeras batallas a pocos metros del veterano árbol de los sueños, “Mujeres por Doñana” ya ha acuñado un lema que pretender ser el símbolo de esta lucha por la vida: “MANOLO NO QUIERE SER PELLETS”.