Permanecen los desaires políticos entre socialistas y populares en Almonte. Un asunto que atañe a la
ejemplaridad del ejercicio político en el consistorio almonteño.
Los populares destacan que el PSOE “ignora y esquiva sus propios códigos éticos y verbaliza que son ellos, quienes consienten e incluso propician que personas bajo sospecha sigan ocupando un cargo público”. Información trasladada a esta redacción.
En este mismo orden de circunstancias, el seno de la formación popular almonteña ha vuelto a poner encima de la mesa el capítulo vivido por el exconcejal de Seguridad Ciudadana, Manuel Ángel Fernández, quien renunció a su acta tras haberse conocido su personación en un local a horas que estaban fueras de las restricciones que marcaba la pandemia.
Situación que desde el Partido Popular exigen debe ser igual para el aún concejal almonteño Miguel Espina, tras la supuesta implicación en el caso Asperillo.
Por otro lado, el Partido Socialista se sitúa contrario a este argumento, dejando clara su postura, ratificada en su asamblea extraordinaria.
Los socialistas han afianzado su compromiso con Miguel Espina, afirmando su deseo en la continuidad del proyecto de gobierno de Almonte.
En la Asamblea extraordinaria han insistido “debe imperar, ante todo, el derecho fundamental de la presunción de inocencia”. Los compañeros de gobierno han destacado que “deben garantizar, a toda persona contra la que se dirige un proceso judicial, que se le considere inocente hasta que los denunciantes pudieran aportar alguna prueba realmente consistente, o hubiera una sentencia firme, que en este caso no existe”.