El candidato número 2 al Congreso por el PP de Huelva, Carmelo Romero, ha visitado las instalaciones de la asociación ARO para reunirse con su presidente, Manuel Darriba, y el doctor Cristóbal Gangoso con intención de comprender las necesidades de este colectivo.
Romero acudió acompañado de las concejalas por el PP del Ayuntamiento de Huelva, Pilar Miranda y Carmen Sacristán, a la sede que la asociación tiene en Isaac Peral y donde pudieron comprobar los problemas de espacio. “Estamos contentos de tener lo que tenemos, pero se nos queda pequeño”, apuntó Darriba durante el recorrido.
Carmelo Romero valoró el trabajo que realizan los voluntarios y dijo que “el esfuerzo tiene que venir por parte de las Administraciones Públicas, no tiene que venir sólo de las personas privadas que se implican y se comprometen cada día”.
“Hay mucho trabajo por hacer para cubrir un suelo mínimo de servicios”, manifestó Romero. “No podemos olvidar que en España hay 4 millones de personas afectadas por algún tipo de enfermedad o discapacidad, y tenemos que darles servicio. Tenemos que seguir trabajando”.
Para calcular el número de personas a las que ha ayudado ARO hay que remontarse a 1972, cuando la funda el doctor Cristóbal Gangoso Aragón, médico y doctor en Psicología. Desde entonces, miles de personas han cruzado sus puertas como pacientes enfermos de una adicción y han vuelto a salir como personas libres y reincorporadas a la sociedad.
La asociación de Alcohólicos Rehabilitados Onubenses es una entidad sin ánimo de lucro que busca la prevención, la curación y la rehabilitación de los enfermos dependientes de diferentes tipos de tóxicos o drogas, así como su reinserción en la sociedad. Desde ARO organizan su actuación en torno a tres pilares fundamentales: la prevención, la curación y el mantenimiento de la estabilidad una vez concluido el tratamiento.
Esta forma de trabajar la convierte en un modelo de rehabilitación que cala y crea escuela. “Nuestro porcentaje de éxito ha llamado la atención de otros grupos y asociaciones que han acudido a nosotros para ver cómo lo hacíamos. Por eso nos animamos a crear las Escuelas de Formación de Monitores, donde varias veces al año nos reunimos y compartimos nuestra experiencia”.
“Para nosotros es un orgullo poder decir que sabemos mantenernos sin subvenciones”, expresó Darriba. “En estos casi 45 años hemos luchado por sobrevivir y lo hemos conseguido gracias a la implicación de los miembros de nuestra asociación, que se entregan al máximo y hace cada día posible que más y más personas reciban la ayuda que necesitan para volver a recuperar su libertad”.