El Ayuntamiento de Almonte ha denunciado esta mañana el incumplimiento por parte de la empresa de los servicios mínimos establecidos con motivo de la huelga de trabajadores de FCC, concesionaria del servicio de recogida de basura y limpieza viaria de Almonte, El Rocío y Matalascañas, que ha dado hoy comienzo.
La alcaldesa de Almonte, Rocío del Mar Castellano, ha advertido de que el equipo de gobierno va a vigilar estos incumplimientos y dará traslado de ellos a la Delegación de Empleo y la consejería competente, que son quienes han establecido dichos servicios mínimos.
La primera edil ha subrayado que el pliego de prescripciones técnicas y administrativas deja claro que el Ayuntamiento está al margen de cualquier conflicto laboral entre la empresa concesionaria y los trabajadores, por lo que ha lamentado la actitud de parte de la oposición que “pretende manipular políticamente esta huelga y aprovechar el malestar de los trabajadores para responsabilizar a la institución municipal”.
Pese a ello, la alcaldesa ha recordado que cuando el pasado 22 de agosto se tuvo conocimiento por parte del comité de empresa de trabajadores de FCC de la convocatoria de huelga, el Ayuntamiento se puso a disposición para ejercer de mediador en el conflicto y ese mismo día se mantuvo una reunión en el Teatro Salvador Távora, a la que acudieron los miembros del comité, así como trabajadores de la empresa y el propio equipo de gobierno municipal.
Castellano ha lamentado en este punto que, pese a que sí se han producido conversaciones telefónicas con el responsable de FCC, la empresa no ha acudido a ninguna de las convocatorias a las que ha sido citada para intentar acordar una solución, ni siquiera al acto de conciliación laboral convocado por el SERCLA, que no pudo celebrarse por incomparecencia de FCC, y al que sí acudió el concejal José María García y el técnico de Servicios Generales del Ayuntamiento de Almonte.
La alcaldesa ha insistido en que el Ayuntamiento comparte las reivindicaciones laborales de los trabajadores y ha vuelto a tender la mano a la empresa concesionaria para, desde el diálogo entre todas las partes, encontrar una solución al conflicto.