Matalascañas ha celebrado un fin de semana carnavalesco en el que los jóvenes y la figura femenina han protagonizado el papel principal de la fiesta.
Tras un pregón sencillo, local y muy carnavalero, a cargo de María del Mar Rangel, los pequeños del lugar animaron, dieron color y levantaron una caseta en la que se eligió al camarón y la coquinita.
Ambos títulos fueron aportados, una vez realizada la inscripción aleatoria en el concurso de disfraces, por lo que quedó paténtela ilusión del grueso de jóvenes carnavaleros para con los premios locales.
A lo anteriormente mencionado, se suma la participación del colectivo de Scouts Matalascañas, que coordinados por Fernando Ibáñez, amenizó la velada con actividades y juegos musicales.
También, vieron en la fiesta, una oportunidad para sufragar sus gastos, al implantar una pequeña tasca en la propia caseta municipal, además del sorteo de productos de la zona, previa compra de papeletas.
Una vez más, Matalascañas celebra la fiesta del disfraz, dejando patente el interés y respaldo juvenil.