Bollullos ha sido todo disfraces y papelillos este fin de semana de carnaval. El sábado, con el desfile fueron muchos los grupos callejeros, además de las agrupaciones que han participado en la muestra, los que se unían al pasacalle de las carrozas.
Un desfile que da cabida a todos, previa inscripción y que, este año ha intentado apostar por un pasacalles más ordenado que parece años que no se consigue del todo.
Aun así, hay grupos que mantienen la idiosincrasia carnavalera, con coreografías que permiten disfrutar de los disfraces preparados para la ocasión a los que los ven desde fuera. Entre ellos, cada vez más jóvenes que esperan cada año este momento.
Al cante de los estribillos de antiguas agrupaciones se movían también, muchos otros grupos.
Originalidad, disfraces de estreno y para todos los públicos, aunque los niños han tenido un desfile dedicado a ellos: el carnavalito. Por primera vez, se ha celebrado en la mañana de domingo, con una gran afluencia de participantes y espectadores. Los tres colegios de primaria han participado con sus grupos callejeros, así como las escuelas infantiles, y muchos padres y madres que se unían al día de carnaval de sus hijos, inculcándoles el amor por esta fiesta.
El mismo día, Bollullos vivía también «la piñata», por primera vez de nuevo en domingo y al medio día, congregándose un centenar de personas en la calle Carbajales. Los propios vecinos fueron los encargados de atender a los carnavaleros que se acercaban para disfrutar del inicio del carnaval de calle.
A las seis agrupaciones que este año participan en Bollullos, se sumó la chirigota de Villarrasa, cuyas coplas, junto con la música de la charanga Disonancia, mantuvieron un ambiente carnavalero único hasta entrada la noche.
Experimentándolo es la mejor manera de comprobarlo, y todavía a Bollullos le queda un fin de semana próximo de carnaval de calle, con el popular «Día de la comitiva» el viernes y, sábado y domingo de coplas en las calles adornadas. Sin duda, el referente del carnaval de este municipio, además de sus particulares «jingles».