El proyecto “En Igualdad, contar cuentos cuenta” se desarrollará durante el mes de junio y contempla 12 talleres y 3 encuentros.
La Mancomunidad de Desarrollo Condado de Huelva, en colaboración con las concejalías de Igualdad de los ayuntamientos de Bonares, Bollullos Par del Condado, Chucena, Escacena del Campo, Hinojos, Lucena del Puerto, Manzanilla, Niebla, Paterna del Campo, Rociana del Condado, Villarrasa y Villalba del Alcor coordina el proyecto “En igualdad, contar cuentos cuenta”, que, financiado por la Diputación Provincial de Huelva, se desarrollará durante el mes de junio.
Por un lado, se impartirán 12 talleres, con una duración de 3 horas cada uno, dirigidos a cuatro colectivos prioritarios: asociaciones de mujeres, asociaciones juveniles, AMPAS y profesionales o estudiantes del ámbito educativo o de otros ámbitos relacionados con la atención a menores como, por ejemplo, la educación social. El objetivo de la actividad es detectar en los cuentos tradicionales estereotipos machistas que se han transmitido de generación en generación, así como dotar a las personas participantes de herramientas para prevenir, identificar e intervenir ante situaciones de transmisión de valores, estereotipos y roles sexistas. Tras la impartición de los talleres, el proyecto continuará con una segunda fase en la que se organizarán encuentros de reflexión en un municipio de la provincia.
Miguel Ángel Curiel, presidente de la Mancomunidad de Desarrollo Condado de Huelva, ha explicado que “nos queremos centrar en el uso que hacen los agentes socializadores de los cuentos clásicos y actuales porque, con ellos, solemos transmitir valores, estereotipos y roles de género, además de pautas de relación”. La socialización de género es el proceso mediante el que los niños y niñas aprenden las expectativas sociales, actitudes y comportamiento típicamente asociados a su género. Es en este momento en el que se transmiten creencias y valores, se construyen las relaciones de género y se asignan los papeles diferenciales a hombres y mujeres. “Los cuentos pueden suponer un espacio limitante o liberador de socialización y aprendizaje para las personas, por ello, es necesario trabajar con ellos de forma consciente, teniendo en cuenta su potencial legitimador de conductas sexistas, a la vez que pueden suponer una herramienta para crear nuevos hábitos de desarrollo personal”, ha asegurado Curiel.