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El culto en los templos de forma presencial regresa a partir del próximo lunes, 11 de mayo

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Ante la nueva etapa que se abre para nosotros de retomo progresivo a la vida pastoral ordinaria, creemos necesario recordar los principios, establecer los criterios y ofrecer las sugerencias que lo hagan posible, evitando una reactivación de la pandemia.

Como miembros de la Iglesia y ciudadanos de una sociedad víctima de una grave crisis sanitaria, con graves repercusiones en todos los campos de la vida, entre ellos, el religioso, nos sentimos responsables de luchar con todos los que se esfuerzan por superar el actual estado de las cosas.

Conviene, sin embargo, tener en cuenta que estos principios, criterios y sugerencias, no pueden recoger toda la casuística que puede darse. Por ello, han de ser aplicados con el sentido común, con la debida prudencia y atendiendo a la realidad concreta de cada parroquia o templo.

 

l.PRINCIPIOS GENERALES

Los principios que han de guiar cualquier criterio, norma y actuación concreta están contenidos en el Plan de Transición hacia una Nueva Normalidad del Gobierno de la Nación.

1 º) El objetivo es conseguir que, teniendo como centro de atención la protección de la salud pública, se recupere paulatinamente la vida ordinaria en los diversos sectores, minimizando el riesgo de contaminación y evitando que el Sistema Nacional de Salud se pueda desbordar.

2º) La transición deberá ser gradual y no está exenta de riesgos. Por ello se requiere mucha prudencia en la aplicación de las medidas concretas, las cuales han de ser diseñadas teniendo en cuenta las particularidades de los diferentes grupos de población, tipos de actividades que se pretenden reactivar e intensidad de la crisis sanitaria en los territorios.

3º) Las actividades en cualquier aspecto de la vida habrán de tener en cuenta las directrices emanadas de los órganos de Gobierno, en sus distintos niveles, y del Ministerio de Sanidad. Pero, como ya se ha indicado, la realidad concreta de cada parroquia y la prudencia dirán en cada caso cómo conviene aplicar esas directrices.

4º) Es fundamental para evitar contagios, la adopción de medidas de protección personal como son la higiene, el uso de mascarillas y mantener la distancia social.

5º) En actividades colectivas, es obligatorio aplicar el criterio del aforo y la distancia en las distintas fases del proceso.

2.CRITERIOS PARA TODAS LAS FASES

Los criterios que han de regir la concreción de los principios indicados vienen recogidos en el mismo Plan así como en las Orientaciones emanadas de la Conferencia Episcopal Española.

1 º) Según el Cronograma del Anexo III del Plan, la etapa de la desescalada consta de tres fases, la primera de las cuales comenzará el 11 de mayo.

2º) La duración de cada una de las fases no está determinada, de modo que no hay certeza de cuándo un territorio podrá pasar de una fase a otra.

3.CRITERIOS ESPECÍFICOS PARA LAS DIVERSAS FASES

Fase l.

1 º) Se permite el contacto social en grupos reducidos de personas no vulnerables ni con patologías previas, sin superar, en los lugares de culto, el aforo de 1 tercio, con una distancia mínima de 2 m. entre los asistentes.

2º) Se permiten los velatorios para un número limitado de familiares, con protocolos de distancia física y seguridad.

3º) Pueden celebrarse las Eucaristías dominicales y ordinarias, con asistencia del pueblo no masiva, sin superar el tercio del aforo y guardando las medidas de seguridad establecidas (CEE).

Fase 2.

1 º) Se amplia el contacto social de personas no vulnerables ni con patologías previas y se establece un aforo de un 50% en los lugares de culto, manteniendo la distancia mínima de 2 m. entre los asistentes.

2º) Siguen permitidos los velatorios, con un número menos limitado de familiares, con protocolos de distancia física y seguridad.

3º) Se pueden celebrar bodas con un número limitado de asistentes.

4º) Se pueden restablecer los servicios ordinarios y grupales de la acción pastoral con los criterios organizativos y sanitarios -mitad del aforo, higiene, distancia-y medidas que se refieren a continuación (CEE).

Fase 3.

1º) No se indica limitación en el aforo y se permite el contacto social de personas no vulnerables ni con patologías previas.

2º) Se puede ampliar el número de asistentes a los velatorios, con protocolos de distancia física y seguridad.

3º) Se permiten un número más amplio de asistentes a las bodas.

4º) Se restablece la vida pastoral ordinaria teniendo en cuenta las medidas de seguridad necesarias hasta que haya una solución médica a la enfermedad (CEE).

4.DISPOSICIONES DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL QUE SE AÑADEN A LO ANTERIOR

A)GENERALES

Se prorroga la dispensa del precepto dominical, invitando a la lectura de la Palabra de Dios y a la oración en las casas, pudiendo beneficiarse de la retransmisión a través de los medios de comunicación para quien no pueda acudir al templo.
Se invita las personas mayores, enfermas o en situación de riesgo a que no salgan de sus domicilios.
Es conveniente aumentar el número de las Eucaristías dominicales, allí donde sea necesario y posible a fin de descongestionar los templos.
Uso de la mascarilla con carácter general.
Las pilas de agua bendita continuarán vacías.
Las puertas de las iglesias se mantendrán abiertas a la entrada y salida de las celebraciones para no manipular manillas o pomos.

B)A LA ENTRADA DE LA CELEBRACIÓN

Organizar, con personas responsables, un servicio de acogida y orden que se encargue de la apertura y cierre las puertas, de la distribución los fieles en el templo, del acceso a la hora de comulgar y de la salida de la iglesia al finalizar, respetando la distancia de seguridad.
Ofrecer gel hidroalcohólico o algún desinfectante similar, a la entrada y salida de la iglesia.

C)DURANTE LA LITURGIA

Evitar los coros en la parroquia: se recomienda mantener un solo cantor o algunas voces individuales y algún instrumento. No distribuir hoja de cantos ni pliegos con las lecturas o cualquier otro objeto o papel.
El cestillo de la colecta no se pasará durante el ofertorio, sino que el servicio de orden lo ofrecerá a la salida de la misa, siguiendo los criterios de seguridad señalados.
El cáliz, la patena y los copones, estarán cubiertos con la “palia” durante la plegaria eucarística.
El sacerdote celebrante desinfectará sus manos al empezar el canon de la misa y los demás ministros de la comunión, antes de distribuirla.
El saludo de la paz es facultativo, pero se podrá sustituir por un gesto evitando el contacto directo.
El diálogo individual de la comunión (“El Cuerpo de Cristo”. “Amén”), se pronunciará de forma colectiva después de la respuesta “Señor no soy digno … “, distribuyéndose la Eucaristía en silencio.
No es conveniente que el sacerdote que sea mayor o persona de riesgo distribuya la comunión. En estos casos conviene contar con ministros extraordinarios de la Eucaristía.
D)A LA SALIDA DE LA CELEBRACIÓN

Establecer la salida ordenada de la iglesia evitando agrupaciones de personas en la puerta. Si el templo cuenta con varias puertas, determinar la de entrada y la de salida.
Desinfección continua del templo, bancos, objetos litúrgicos, etc.

E)OTRAS CELEBRACIONES

l.Sacramento de la reconciliación y atención personal a los fieles:

Facilitar a los fieles el acceso al sacramento.
Además de las medidas generales, se ha de escoger un espacio amplio, se ha de mantener la distancia social y se ha de asegurar la confidencialidad.
Tanto el fiel como el confesor deben llevar mascarilla.
Al acabar, se aconseja reiterar la higiene de manos y la limpieza de las superficies.

2.Bautismo:

Seguir el Rito breve.
En la administración del agua bautismal, hágase desde un recipiente al que no retorne el agua utilizada, evitando cualquier tipo de contacto entre los bautizandos.
En las unciones se puede utilizar un algodón o bastoncillo de un solo uso, incinerándose al terminar la celebración.

3.Confirmación:

En la crismación se puede utilizar un algodón o bastoncillo, como se ha indicado en el caso del bautismo.
Obsérvese la higiene de manos entre cada contacto, cuando haya varios confirmandos.

4.Matrimonio:

Los anillos, arras, etc., deberán ser manipulados exclusivamente por los contrayentes.
Manténganse la debida prudencia en la firma de los contrayentes y los testigos, así como en la entrega de la documentación correspondiente.

5.Unción de enfermos:

Seguir el Rito breve.
En la unción puede utilizarse un algodón o bastoncillo como se ha indicado anteriormente.
Los sacerdotes muy mayores o enfermos no deben administrar este sacramento a personas que están infectadas por coronavirus.
En todo caso, obsérvense las indicaciones de protección indicadas por las autoridades sanitarias correspondientes.

6.Exequias:

Los funerales y las exequias seguirán los mismos criterios de la misa dominical.
Aunque sea difícil en esos momentos de dolor, insistir en evitar los gestos de afecto que implican contacto personal y la importancia de mantener distancia de seguridad.

F) VISITAS A LA IGLESIA PARA LA ORACIÓN O ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO

Seguir las pautas generales ofrecidas, evitando la concentración y señalando los lugares para la oración y la adoración.
No permitir visitas turísticas en la fases 1 y 2 de la desescalada .

G) USO DE DEPENDENCIAS PARROQUIALES PARA REUNIONES O SESIONES FORMATIVAS

En la fase 2, las reuniones en dependencias parroquiales seguirán las pautas utilizadas para las reuniones culturales previstas por el Ministerio de Sanidad que consiste en un máximo de 1/3 en lugares cuyo aforo habitual es de 50 personas, respetando la distancia de seguridad y la utilización de mascarillas.
En la fase 3, el aforo pasa a ser de 1/2 en lugares de un aforo habitual de 50 personas y de 1/3 en lugares de un aforo habitual de 80 personas en las mismas condiciones de distancia y utilización de mascarillas.

H) PROPUESTA DE INICIO DE PUESTA EN MARCHA DE ESTAS MEDIDAS

Según las indicaciones recibidas, se comenzará la aplicación de estas medidas desde el lunes 11 de mayo, para que en las celebraciones del domingo 17 de mayo, tengamos una evaluación y una experiencia suficiente de los días anteriores.

5.RECOMENDACIONES GENERALES A LOS SACERDOTES

Conviene instruir a los fieles sobre la necesidad de observar estas recomendaciones de higiene, para que nuestros templos sean espacios seguros contra el contagio por coronavirus, insistiendo en que es una responsabilidad de todos y de cada uno.

Para la preparación de los vasos sagrados, deben lavarse las manos y utilizar mascarilla, con especial cuidado a las formas que serán distribuidas a los fieles.

Conviene que los sacerdotes se laven las manos antes y después de la celebración.

Reducir al mínimo las personas que acompañan al sacerdote en el presbiterio, salvando siempre la distancias de seguridad.

Si han de bendecir a personas u objetos, evitar el contacto físico con los fieles o con el objeto que se ha de bendecir.

En caso de concelebración, no compartir los mismos ornamentos ni vasos sagrados, así como evitar el beso del altar en las celebraciones.

Si alguien de los que intervienen en la celebración presenten síntomas respiratorios, tos, mucosidad u otros síntomas catarrales o fiebre, deben evitar la exposición a los fieles.

En caso de estornudar o toser durante la celebración de forma inesperada, hacerlo en un pañuelo, de espaldas a los fieles, y lavarse las manos con el gel hidroalcohólico inmediatamente.

6.PREPARACIÓN DEL TEMPLO PARA LAS CELEBRACIONES

Téngase en cuenta lo relativo al aforo y a la distancia entre los fieles.

A la hora de disponer los bancos para respetar la distancia de seguridad, han de tenerse en cuenta las características y posibilidades de cada templo. Como sugerencias:

Separarlos eliminando los que sobren.
Juntarlos a pares para evitar que sean ocupados.
Usar señalizaciones para que los fieles sepan dónde pueden sentarse.
Como ya se ha indicado, el servicio de acogida y orden puede asumir la responsabilidad de ir colocando a los fieles en los lugares permitidos así como organizar la fila para la comunión. Deben indicar que ocupen los bancos delanteros.

Con respecto al tráfico de personas dentro del tempo, recomendamos señalizar rutas en el suelo, para la entrada y para la salida.

Para la entrada y salida de los fieles, evitar la aglomeración de personas y, para ello, mantener las puertas del templo abiertas. Colocar un felpudo o paño con lejía diluida para limpiarse los zapatos, fuera del templo si el suelo es de mármol, así como solución hidroalcohólica para que los fieles se laven las manos antes de entrar.

Los fieles deben acceder al templo con mascarilla.

No traer guantes de casa y, si se traen, desinfectarlos con la solución hidroalcohólica al entrar.

7.LIMPIEZA DEL TEMPLO

En relación con la limpieza del templo, las personas encargadas deben utilizar guantes y mascarillas y utilizar lejía diluida en agua al 0,1% (20 ml de lejía por cada litro de agua). También pueden utilizarse otro tipo de líquidos virucidas que estén homologados.

En la limpieza, con lejía diluida o con cualquier otro producto de limpieza, debemos extremar las medidas para cuidar el patrimonio religioso, mueble o inmueble, sin dañarlo con productos abrasivos.

Ha de ponerse especial atención en la limpieza de los bancos, sobre todo los que han sido ocupados en la celebración. Es muy útil usar un pulverizador.

4. Si se ha utilizado papel de protección de micrófonos, hay que cambiarlo a diario.

8.DURANTE LAS CELEBRACIONES

No tocar el ambón, el leccionario, el libro de la oración de los fieles o el micrófono para evitar los contagios por contacto. Tampoco besar el leccionario después de proclamar el Evangelio.
Evitar la procesión de ofrendas.
Evitar recorrer los bancos para la colecta. Es mejor hacerlo a la salida del templo o indicar a los fieles que pueden hacer su contribución por transferencia periódica o por bizum.
La persona encargada de contar la colecta debe tomar medidas de seguridad, tales como el uso de guantes, lavado de manos y dejar pasar cinco días desde que se recogió el dinero antes de contarlo.
El sacerdote debe desinfectarse las manos con solución hidroalcohólica antes de preparar el altar y evitar en todo momento llevarse los dedos a la boca al juntar las manos.
Aunque es potestativo, es conveniente eliminar el saludo de la paz.
El cáliz y los copones deben estar cubiertos con la palia hasta el momento de la comunión.
El sacerdote debe consumir completa la forma grande que ha consagrado, sin dar ninguna parte de la misma a los fieles.
Inmediatamente antes de dar la comunión a los fieles, el sacerdote debe ponerse mascarilla y lavarse las manos con la solución hidroalcohólica.
No dar la comunión bajo las dos especies.
El diálogo individual de la comunión (“El Cuerpo de Cristo”. “Amén”), se pronunciará de forma colectiva después de la respuesta “Señor, no soy digno … “, distribuyéndose la comunión en silencio.
Antes de distribuir la comunión, el sacerdote debe explicar cómo se va a proceder para que haya un solo sentido de circulación, sin cruce de personas, y se mantengan las distancias de seguridad.
Sobre la distribución de la Comunión:
Donde no sea fácil organizar la fila o no existan pasillos laterales, es preferible que el ministro se desplace por el pasillo central y los fieles se vayan poniendo de pie para comulgar.
Al dar la comunión el ministro alarga los brazos, sin acercarse al fiel, y lo mismo los comulgantes. La sagrada forma se deja caer en la mano del fiel sin tocarla.
Las mascarillas no se depositan en los bancos, sino que se apartan en el momento de comulgar.
Después de la comunión, el sacerdote puede retirarse la mascarilla y deberá lavarse las manos con la solución hidroalcohólica.
Al final de la celebración, los fieles irán saliendo, manteniendo las distancias de seguridad empezando por los últimos bancos.
El sacerdote debe utilizar la mascarilla para atender a los fieles una vez finalizada la celebración, manteniendo la distancia de seguridad.
9.OTRAS DISPOSICIONES

Es responsabilidad de las Juntas de Gobierno de los santuarios y ermitas adoptar las medidas higiénicas necesarias en este tiempo así como la regulación de las visitas.

La celebración de las fiestas y romerías debe ajustarse a las medidas dictadas por la autoridad competente en los diversos campos.

Las muestras de devoción y veneración de las imágenes y otros objetos de culto deben sustituirse por una sencilla inclinación o reverencia. Nunca contacto físico.

Las campanas, cuya función prioritaria es convocar al pueblo, es lógico que se utilicen cuando se celebren misas con asistencia del pueblo aunque sea en pequeños grupos.

10.COMUNICACIONES DE LA CEE

La CEE tiene previsto estudiar la posibilidad de celebrar un funeral por los difuntos de la pandemia. En principio sería a finales de junio o en julio, cuando las fases de salida del confinamiento puedan estar concluidas. Y tendría el carácter de funeral de la Iglesia, celebrado en cada diócesis. En su momento se darán las indicaciones oportunas.

Respecto a la Solemnidad del Corpus, ante la imposibilidad de procesiones masivas, sugiere la procesión en el templo, con salida al atrio o plaza para dar la bendición con el Santísimo.

El Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, ha informado a la CEE que el Santo Padre ha decidido hacer una ayuda de 100.000 € A Cáritas Española como un gesto de proximidad del Papa Francisco y de la Iglesia a las personas que están sufriendo a causa de esta pandemia.

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