Uno de los nombres que más han hecho por el cine iberoamericano es sin duda el de Francisco Lombardi. De ahí, que el Festival de Huelva haya querido rendirle un sincero homenaje a través de la entrega del Premio Ciudad de Huelva. Se trata además de un viejo conocido de este certamen, donde ya ha participado en varias ocasiones, con películas como Muerte de un magnate y Maruja en el infierno. Es un premio que le hace recordar e incluso ver algunas de sus películas algo que, confiesa, no es habitual en él.
Este galardón se une a los ya recibidos a lo largo de una dilatada carrera donde destacan premios como el Goya a la Mejor Película Extranjera de Habla Hispana en 1990 o dos conchas de plata al mejor director en el Festival de San Sebastián.