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El grupo de investigación ‘Urbanitas: Arqueología y Patrimonio’, liderado por el catedrático de Arqueología de la Universidad de Huelva, Juan Campos, que ha llevado a cabo las excavaciones y estudio de los hallazgos arqueológicos encontrados en el puerto histórico de Palos de la Frontera, va a comenzar a finales de esta semana el estudio de la zona del estero de la Fontanilla con el fin de reconstruir y conocer su paisaje primitivo en las fechas del Descubrimiento de América, cuando partieron las carabelas, y su capacidad de navegabilidad.
Juan Campos ha hecho hincapié en que en el mismo se realizarán sondeos e investigaciones geofísicas con unos aparatos especiales para obtener distintas muestras y llevarlas a estudio, con el fin de comprobar también su calado en aquella época.
En cuanto al puerto en sí, ha remarcado que las excavaciones finalizaron el pasado mes de marzo y los hallazgos, en fase de puesta en valor, están considerados como la evidencia física de la existencia de este puerto y demuestran, al mismo tiempo, que de éste «salieron las naves descubridoras hacia América, con Cristóbal Colón a la cabeza, y que en este lugar se fraguó la Gesta Colombina», una circunstancia de la que cada vez están «más convencidos».
En estos momentos, el grupo de trabajo está analizando todos los hallazgos, posteriormente hará entrega de una memoria técnica y, tras ello, una tesis doctoral sobre los hornos encontrados.
Cabe recordar que además de estos hornos, conocidos como el alfar, también fue descubierta la alota. Concretamente se trata de una gran nave donde se ubican los restos de un almacén, una taberna y una fonda, tratándose del lugar donde «Colón fraguó la Gesta Colombina», señala Campos, quien ha remarcado que puede conocerse «perfectamente cómo era esa estructura, pues existen los derrumbes y estamos en condiciones de realizar una fiel reconstrucción virtual».
También ha sido encontrado un depósito de medio centenar de cangilones de noria de cerámica, así como más testares, donde se depositaba la cerámica defectuosa, una calera completa y un horno de cal. Según remarca el arqueólogo, estos restos también avalan que los hornos de ladrillos proveían a la prospera Villa de Palos, pues con ellos se construyeron la iglesia de San Jorge y la Fontanilla, y se exportaban.
